Con una masiva movilización a la sede del Ministerio de Salud porteño, los y las trabajadoras de la salud de la Ciudad de Buenos Aires realizaron este martes un paro de 24 horas en los hospitales y centros de salud. Convocada en unidad por los gremios mayoritarios del sector, en la jornada de protesta se reclamó por una revisión paritaria que eleve el piso de los sueldos por encima de los 200 mil pesos. Los y las residentes y concurrentes también marcharon en su decimocuarto día de paro consecutivo, mientras que el sector de enfermería reclamó el reconocimiento de la carrera tras el fallo de la Justicia porteña que ordenó al GCBA que la incluya en el escalafón profesional. Los y las trabajadoras de la salud advirtieron que en la Ciudad “no se puede trabajar más con salarios de miseria“.

Marea blanca

Pasadas las 10 de la mañana de este martes, tras concentrar en el Obelisco, la columna de los y las trabajadoras de la salud comenzó a avanzar hacia Plaza de Mayo. Eran más de cuatro cuadras de ambos y delantales blancos que atravesaban Diagonal Norte para llevar sus reclamos al ministro Fernán Quirós en la sede del Ministerio ubicada en Bolívar 1. En la “marea blanca“, como la llaman los residentes y concurrentes que ya iniciaron su octava semana de conflicto, se veían banderas de diversos hospitales, como el Ricardo Gutiérrez, el Durand, el Elizalde y el Rivadavia, entre otros, mientras que los carteles reclamaban “basta de precarización” o “aumento salarial ya”.

El paro de 24 horas contó con alta adhesión en los hospitales y centros de salud porteños, que de todos modos garantizaron las guardias. La jornada de lucha fue convocada por los gremios mayoritarios del sistema de salud, como Sutecba, la Asociación de Médicos Municipales (AMM), la Federación de Profesionales de la Ciudad y ATE-Capital. Ya cerca del mediodía, en un escenario montado sobre un camión, el secretario general adjunto de Sutecba, Alejandro Amor, advirtió que “una ciudad que tiene el mejor presupuesto de Argentina tiene que contemplar a todos y todas los que estuvieron al frente de la pandemia”.

En un comunicado conjunto, Sutecba, AMM y la Federación de Profesionales señalaron que la jornada de protesta tuvo como objetivo exigir “una revisión inmediata de la paritaria salarial y la resolución de los temas pendientes de cada organización”. Desde Médicos Municipales, en tanto, su vicepresidente Ricardo Solari precisó a este diario que el gremio exige un “piso salarial no menor a 200 mil pesos de bolsillo“. “También reclamamos por el estado de los hospitales, la falta de inversión tecnológica y edilicia“, agregó Solari, quien adelantó que podrían volver al paro la semana entrante si no los convocan a la reapertura de paritarias.

Desde la Federación de Profesionales, en tanto, la secretaria de prensa Carolina Cáceres, enfermera del Hospital Tornú, subrayó que “hace muchos años que no había una medida de fuerza de toda la salud de CABA y es tan necesaria como lógica” y añadió que reclaman “una recomposición salarial para todo el equipo de salud que en el nivel inicial se equipare a la canasta familiar básica“. “No se puede trabajar más con salarios de miseria, y en el caso del colectivo de enfermería, además, con una postergación directamente ilegal como es la exclusión de la Carrera Profesional”, sostuvo.

Reclamos de enfermería, residentes y concurrentes

La noticia del fallo judicial que ordenó al Ejecutivo de Horacio Rodríguez Larreta reconocerlos como profesionales de la salud no aplacó la lucha de los y las enfermeras porteñas. Saben que el GCBA está en condiciones de apelar el fallo de primera instancia y por eso llevaron a la marcha el reclamo para que cumpla con lo ordenado. Antes de la movilización, ATE-Capital, el gremio que presentó el amparo que derivó en la resolución de la jueza Patricia López Vergara, realizó una conferencia de prensa para reclamar la “implementación efectiva de la sentencia“.

Agustina Panissa, secretaria gremial del sindicato, destacó allí que el fallo que ordena incluir al sector de enfermería en la Ley 6.035 de profesionales de la salud “prevé la equiparación salarial y en capacitación y licencias, porque estamos hablando de dignidad y de derechos laborales”. Panissa remarcó, además, que “todos los trabajadores y trabajadoras de la salud salieron a luchar por enfermería” y reclamó “más salario en toda la Ciudad”. Según López Vergara, al día de hoy los enfermeros y enfermeras cobran casi 50 mil pesos menos de lo que cobrarían si fueran reconocidos como profesionales.

“Vamos por el cumplimiento del fallo, por el reconocimiento salarial, profesional y laboral de toda la enfermería“, dijo por su parte Cáceres, también secretaria general de la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE). “Le advertimos a Larreta que cumpla la orden de la Justicia o va a tener una rebelión de la primera línea”, agregó Andrea Ramírez, enfermera del Hospital Ramos Mejía y presidenta de la ALE, la asociación que en abril de este año presentó más de 50 mil firmas en la Legislatura en apoyo a la Iniciativa Popular por el reconocimiento profesional de enfermería.

La Asamblea de Residentes y Concurrentes de la Ciudad, en tanto, también participó de la movilización en el marco de su decimocuarto día de paro consecutivo. Este lunes comenzaron la octava semana de conflicto sin obtener una nueva propuesta por parte del ministro. Como ya es habitual en las últimas semanas, la masiva columna de los y las residentes y concurrentes cruzó Diagonal Norte encabezada por la bandera que reclama “recomposición salarial ya”. “No tuvimos ninguna novedad. El GCBA se había comprometido a comunicarse con nosotros para una reunión pero no lo hicieron, así que votamos seguir de paro hasta que haya una respuesta“, dijo a Página 12 Carina Goya, delegada de la Asamblea, quien adelantó que este miércoles por la mañana volverán a marchar hacia Bolívar 1.

Según denuncian, la última oferta del ministro dejaba en alrededor de 160 mil pesos de bolsillo a los salarios de los y las residentes, que trabajan con largas guardias de más de 24 horas. Desde la Asamblea sostuvieron, además, que “la presión ejercida por el colectivo de residentes y concurrentes, que ha sumado apoyo de todos los trabajadores de planta, ha sido tal que ha corrido el velo que ocultaba la crisis que atraviesa el sistema de salud”.