ACAMI

Un emporio farmacéutico argentino

Roemmers, el segundo mayor fabricante latinoamericano de medicamentos, reestructura su negocio en la región

Una farmacia en el barrio de Recoleta de Buenos Aires.
Una farmacia en el barrio de Recoleta de Buenos Aires. 

Cinco de los 10 medicamentos más vendidos en Argentina se fabrican en las plantas de Laboratorios Roemmers, asegura este grupo en su web. Fundada hace casi un siglo por Alberto Roemmers, un inmigrante alemán de Renania, la empresa familiar encabeza un mercado de 7.500 millones de dólares, en el que los fabricantes argentinos tienen un 64% de participación en las ventas de las farmacias. Pero eso es solo una parte del negocio. Con plantas en México, Brasil, Colombia y Venezuela, el laboratorio es, por facturación, el segundo jumping castle mayor de origen latinoamericano dentro de la industria regional, según la consultora IQVIA (ex IMS). Lo supera la brasileña EMS que, sin ser una multinacional, le basta centrarse en el gigantesco mercado interno y en las exportaciones para ganar.

Roemmers comenzó la expansión internacional en los años 60 y se mantiene como uno de los grandes de la región a pesar de haberse desprendido de las firmas que operan con su nombre en América Latina. En abril, Alberto Roemmers, hijo del fundador y una de las ocho mayores fortunas argentinas, según Forbes, vendió su participación del 50% en Mega Pharma, un laboratorio con sede en Uruguay que concentra las operaciones de la marca Roemmers fuera de Argentina. La transacción, de más de 1.000 millones de dólares, según la web Pharma Biz, cierra una reestructuración que realizó la empresa hace más de 15 años.

En 2002, el consorcio de Argentina vendió una parte importante de sus empresas en el extranjero a la firma uruguaya, también fundada por la familia Roemmers junto a otros socios. El grupo bonaerense, sin embargo, conservó empresas clave en Brasil y México, y su negocio internacional despegó con otras marcas en paralelo a sus antiguas filiales.

Con la salida de Mega Pharma, Roemmers centró su actividad fuera de Argentina en la brasileña Farmoquímica y, sobre todo, en los laboratorios que operan bajo el sello de Siegfried en varios países latinoamericanos. Por el momento, se da la paradoja de que las filiales del grupo compiten con su propia marca en la región. En 1994 Roemmers compró una de las 15 empresas más importantes de la industria farmacéutica mexicana: Siegfried Rhein, entonces subsidiaria de un grupo suizo. Siegfried tiene operaciones en la mayoría de los países de América Latina, con la producción centrada en México y Colombia.

En Argentina, su mayor mercado, Laboratorios Roemmers tiene cinco plantas distribuidas entre la capital y el Gran Buenos Aires. En 2016 facturó 247 millones de dólares, según datos de la revista Mercado. Allí produce una amplia gama de fármacos y es fuerte en las líneas de cardiología, pediatría, clínica médica, geriatría y cirugía. La fábrica de medicamentos por sí sola tiene una capacidad de producción de 85 millones de unidades por año. A su vez, el grupo es dueño de los laboratorios argentinos Investi, Poen y Gramon-Millet y tiene el 44% de las acciones de Gador, uno de los tres más grandes del país.

La reciente salida de Mega Pharma fue una operación importante para el sector pero no fue el tema por el que Roemmers acaparó la atención de la prensa en los últimos meses. En febrero, Alejandro Roemmers celebró su cumpleaños número 60 en Marruecos con una fiesta para 600 invitados que costó seis millones bouncy castle de dólares, según la prensa local, e incluyó una actuación en vivo del cantante Ricky Martin. Era un asunto privado, pero llegó a los editoriales de los periódicos porque se produjo justo cuando la industria farmacéutica, cuestionada por el aumento de precios, se preparaba para negociar los contratos con las mutuas sanitarias.

El comprador más importante de los laboratorias es con diferencia el Pami (Programa de Asistencia Médica Integral), la mutua de unos cinco millones de jubilados. Representa el 40% del mercado farmacéutico argentino, pero históricamente ha tenido un escaso control del Gobierno de su convenio con la industria y en ocasiones ha pagado precios más altos que otros compradores institucionales de menor tamaño, aún siendo un organismo deficitario.

Preocupado por esos números rojos, el Gobierno de Mauricio Macri impulsó diferentes estrategias para controlar el gasto del sistema, como las licitaciones y las compras centralizadas de las distintas instituciones. En línea con la nueva política, el acuerdo firmado por el Pami en marzo estableció una reducción de precios y un techo para los futuros aumentos. Significó un ahorro de unos 170 millones de euros para la entidad y una mala noticia para los ingresos de las compañías.

Auge del sector

En los últimos dos años los medicamentos se encarecieron mucho en Argentina, después de que el Gobierno eliminara los controles de precios que rigieron durante los Gobiernos de Cristina Kirchner (2007-2015). “Durante el kirchnerismo los precios de los medicamentos aumentaban menos que el nivel general de la economía, pero después del cambio de Gobierno ocurrió lo contrario”, afirma Mariángel Ghilardi, analista de la consultora Ecolatina. Con el impulso del consumo, sin embargo, el sector creció a una tasa media anual del 6,2% entre 2005 y 2015.

El director para América Latina de IQVIA, Juan Manuel Santa María, afirma que la estrategia de las empresas para eludir el intervencionismo de esos años fue el lanzamiento acelerado de nuevos fármacos. “Como el objetivo del Ejecutivo solo era que no se disparara el IPC (índice de precios al consumo), las empresas sacaban nuevos productos que no afectaban de inmediato al cálculo de la inflación”, explica Santa María. “Las compañías ponían un precio alto de lanzamiento que les asegurara un colchón en los años siguientes y compensara la caída de la rentabilidad de las enseñas más maduras”. Hubo innovaciones terapéuticas genuinas, pero también simples variaciones de los envases y presentaciones de los medicamentos ya existentes que los hacían parecer nuevos.

Fuente: Diario El Pais 08/06/2018

Rubinstein: “Corrientes será una provincia modelo en la implementación de la Cobertura Universal de Salud en el país”

Durante su visita a la capital correntina, el titular de la cartera sanitaria nacional lanzó la implementación de la estrategia sanitaria nacional destinada a reducir las brechas y asegurar la calidad y equidad en la atención.

“Corrientes será una provincia modelo en la implementación de la Cobertura Universal de Salud en el país”, afirmó el ministro de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, durante su chateau gonflable visita a la ciudad correntina en la que presentó junto a su par provincial, Ricardo Cardozo, la implementación de la estrategia sanitaria destinada a promover la atención primaria a través de equipos de medicina familiar.

“Es el comienzo de la implementación de la estrategia de Cobertura Universal de Salud efectiva en Argentina, y Corrientes es un claro ejemplo de cómo hay que hacer las cosas”, agregó Rubinstein.

El ministro explicó que la Cobertura Universal de Salud (CUS) “Es un sistema basado en la cobertura territorial a través de los equipos de salud familiar y comunitaria, en el mejoramiento de los sistemas de información, la creación de una historia clínica digital y en el cumplimiento de indicadores y metas de líneas priorizadas de atención de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y cáncer como así también de condiciones críticas en salud materno infantil”.

Además en el acto realizado en la Casa de Gobierno de la provincia, el ministro destacó el estado de la implementación de los programas sanitarios en la provincia y agradeció a los agentes sanitarios a los que calificó como los “motores de este éxito” y los consideró actores fundamentales para acompañar la implementación de la CUS en Corrientes.

Por su parte Cardozo manifestó que “para nosotros es un gran día para la salud de Corrientes porque este cambio del modelo de atención es fundamental porque modificamos aquella forma hüpfburg de estar sentados esperando que venga el paciente, es decir el sistema de demanda espontánea”. Y agregó que “ahora vamos a ir a buscar a los pacientes o a aquellas personas que consideramos en riesgo para poder ofrecerle una puerta de entrada al sistema de salud”.

El ministro correntino indicó que la CUS consiste en aplicar las estrategias de la atención primaria de la salud como el sistema de población a cargo, la definición de áreas programáticas y rondas sanitarias a los que se le suman nuevas herramientas basadas en la informatización, nominalización de la población y en el concepto de atención en redes.

Los ministros también visitaron el Centro de Atención Primaria de la Salud número 9 y luego participaron en el primer encuentro provincial de agentes sanitarios que tuvo como eje el rol de estos actores en la implementación de la CUS. En ese marco, Rubinstein señaló que “la estrategia de la CUS es territorial, en dónde está verdaderamente el núcleo del mejoramiento de la salud, de la brincolin detección de la población en riesgo y allí el nexo es el agente sanitario dentro del equipo de salud familiar”.

Finalmente, Rubinstein concluyó que la estrategia territorial de la CUS “es la que puede producir un cambio en los resultados, una transformación de los servicios de salud en algo que esté más cerca de la gente, que mejore los resultados e integre vertical y horizontalmente el sistema de salud”.

Fuente: www.argentina.gob.ar 08/06/2018

El Garrahan hizo cinco trasplantes en 36 horas

Donación de órganos

Fueron un trasplante de corazón, uno hepático y tres renales. Participó un equipo de 50 profesionales. Los chicos operados se están recuperando.

El equipo del Garrahan que realizó 5 trasplantes en 36 horas. (prensa Garrahan)

El equipo del Garrahan que realizó 5 trasplantes en 36 horas. (prensa Garrahan)

El hospital Garrahan realizó cinco trasplantes pediátricos en 36 horas, en lo que constituye una logro que cambió la vida de cinco niños. Un equipo de más de 50 profesionales del hospital pudo concretar en forma consecutiva –y hasta en quirófanos paralelos- un trasplante de corazón, tres trasplantes renales y uno hepático. Cuatro de las intervenciones se realizaron en el hospital porteño y el quinto tuvo lugar en el Hospital de Niños “Sor María Ludovica” de La Plata, hasta donde se trasladaron dos cirujanos del Garrahan para realizarlo.

Los trasplantes se realizaron durante el fin de semana del 19 de mayo. Participaron cirujanos cardiovasculares, cirujanos hepáticos, nefrólogos, terapistas, instrumentadores, técnicos y enfermeros que estuvieron disponibles para poder llevar adelante las intervenciones. “Tuvimos el primer llamado del Incucai el viernes 18 por la tarde, por el donante de corazón”, explicó el doctor Horacio Vogelfang, jefe del servicio de Trasplante Cardíaco del Hospital Garrahan. “Quiero remarcar –sigue el médico- que todavía el Garrahan, que no es ajeno a las dificultades que estamos atravesando, sostiene la altísima complejidad en prácticas médicas. Esto es, un hospital público que sigue funcionando con recursos humanos adecuados y entrenados, recursos técnicos y de insumos para responder a la demanda”.

Para ello, intervinieron varios servicios del Garrahan: Nefrología, Urología, Trasplante Hepático y Trasplante Cardíaco. Un total de 52 profesionales que ablacionaron y luego trasplantaron, con éxito, un corazón, tres riñones y un hígado a cada uno de los pacientes.

Los cinco chicos trasplantados evolucionan favorablemente y se encuentran todavía internados, en plena recuperación. Los receptores fueron una nena de 10 años con miocardiopatía dilatada, que recibió un trasplante cardíaco; una adolescente de 16 años con insuficiencia renal crónica, que recibió un riñón; un chico de 8 años también con insuficiencia renal crónica, se le trasplantó un riñón; y un bebé de 10 meses y 5 kilos de peso con atresia de vías biliares, que recibió un hígado. En La Plata se concretó el quinto trasplante a un nene de 7 años con insuficiencia renal crónica, que recibió otro riñón.

“Es importante destacar que hubo cirujanos de nuestro equipo que estuvieron en 4 de estos trasplantes, es decir hicieron el trasplante cardíaco, fueron a hacer el trasplante a La Plata y luego volvieron a hacer los otros dos trasplantes renales al Garrahan”, aseguró Vogelfang.

Actualmente hay 18 chicos en lista de espera por un trasplante de corazón. Seis de ellos están en emergencia nacional. Uno de ellos está conectado a un corazón artificial –el único disponible en el Garrahan-. Otros tres se está evaluando que ingresen a lista de espera.

“Es importante la difusión de la problemática y que haya políticas de salud que acompañen los requerimientos de trasplantes, con recursos. También es importante que la gente vaya entendiendo que a cualquiera nos puede pasar que falle un órgano. Todos tenemos posibilidad de caer en eso. Es más, tenemos más probabilidades de ser receptores que donantes”, dice Vogelfang. “Hay que estar en el lugar de esas familias que están sufriendo”.

En 2017, en el Hospital Garrahan realizó 123 trasplantes de órganos, lo que representa más del 50% del total país en trasplantes pediátricos. En sus casi 31 años de historia, el Garrahan lleva realizados más de 2.400 trasplantes en bebés, niñas, niños y adolescentes.

Fertilización asistida: a cinco años de la ley, se duplicó la cantidad de tratamientos

El sueño de concebir

Ahora que las prepagas y obras sociales deben cubrirlos, hay 21 mil al año. Pero aún quedan trabas, según expertos.

 La fertilización in vitro es uno de los métodos más utilizados. (Foto: The New York Times)
La fertilización in vitro es uno de los métodos más utilizados. (Foto: The New York Times)

 A cinco años de la sanción de la ley 26.862, en la Argentina se duplicó el número de tratamientos de fertilidad. Actualmente se registran 21.000 ciclos al año de fertilización de alta complejidad, según la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER), frente a los 10.000 previos a la sanción de la norma, en 2013. Sin embargo, expertos afirman que el país aún está muy lejos de alcanzar su potencial, estimado en 60.000 fertilizaciones anuales.

“Un gran porcentaje de personas aún hoy no acceden al tratamiento, estimamos que por factores sociales, culturales, económicos o de conocimiento, más allá de la cobertura”, explica a Clarín Stella Lancuba, vicepresidenta de SAMER y directora del Centro de Investigaciones en Medicina Reproductiva (CIMER).

La ley, sancionada el 5 de junio de 2013, buscó garantizar el acceso integral a los procedimientos y técnicas médico asistenciales de reproducción asistida. Desde entonces, obras sociales y prepagas comenzaron cubrir esos tratamientos de alto costo, que antes sólo eran accesibles para quienes pudieran pagarlos o consiguieran un amparo.

“Hoy las obras sociales y prepagas están cumpliendo con la ley. Aceptan los tratamientos de alta y baja complejidad. Si bien algunas ponen palos en la rueda, terminan cumpliendo”, afirma a Clarín Nicolás Neuspiller, coordinador general del Programa Nacional de Reproducción Médicamente Asistida del Ministerio de Salud de la Nación. “Desde el Estado –sigue-, entre 2016 y 2017 pusimos a funcionar consultorios de fertilidad en cada una de las provincias. Hay tres centros de alta complejidad en Córdoba, Tucumán y Bahía Blanca (Buenos Aires), y recientemente firmamos un convenio con el Hospital de Clínicas, en la Ciudad de Buenos Aires”.

La Provincia fue pionera en el tema. En 2011 inició un programa de Fertilización Asistida que ya lleva realizados 781 tratamientos de alta complejidad y 901 de baja. Según informó el Ministerio de Salud bonaerense a Clarín, el programa lleva logrados 445 embarazos en servicios de hospitales públicos.“Con la ley nacional se mejoró mucho el acceso y se duplicaron los casos. Pero el número aumentó a 20.000 tratamientos anuales, y se estancó ahí. La expectativa era estar hoy en 40.000”, sostiene Sergio Papier, director médico del Centro Privado de Medicina y Genética Reproductiva (CEGYR) y ex presidente de la Asociación Latinoamericana de Medicina Reproductiva (ALMER). “En mi opinión –continúa- es porque aumentó el acceso en el sector privado, pero no en el sector público. Y no tanto por una cuestión de políticas públicas, sino porque ahí hay otras necesidades por cubrir antes que la reproducción asistida.”

“Cada día se va cumpliendo más la ley. Las obras sociales son las que más cumplen. Con las prepagas cuesta un poco más, pero terminan cumpliendo. Y vemos que cada día se hace más para que quienes no tienen cobertura puedan acceder a los tratamientos”, sostiene Gisela de Antón, presidenta de la asociación Concebir.

Sin embargo, la ley –que se enfocó en la cobertura de los tratamientos, pero no los reguló- dejó algunos vacíos legales. Por ejemplo, qué se debe hacer con los embriones congelados no transferidos. “Ese es un tema que nadie quiere tocar”, dice Papier. Lancuba coincide: “La ley no se ocupó de temas complejos que tienen que ver con las donaciones de gametos y la criopreservación. Asistimos a un problema de abandono embrionario no contemplado en la norma”.

“Este tema es tan difícil como la ley del aborto y creo que está atado a lo que suceda con ese proyecto. Si se aprueba, probablemente empecemos a hablar del destino de los embriones. Si no, habrá que seguir esperando”, dice Neuspiller.

Hace un año y medio Diputados dio media sanción a un proyecto que regulaba este tema, pero se trabó en el Senado y perdió estado parlamentario.

Neuspiller afirmó que el Ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, tiene a la firma dos resoluciones vinculadas a la fertilización asistida. Una establece la cobertura de medicamentos específicos al 100% por parte de obras sociales y prepagas. La otra limita la edad de las pacientes que pueden someterse a estos tratamientos: 44 años con óvulos propios y 51 años con óvulos donados.

“Como autoridad sanitaria, debemos insistir en que después de los 35 años empieza a disminuir la fertilidad de los pacientes. La gente no toma conciencia de eso”, explica Neuspiller. Y agrega: “Muchos no lo saben, pero quienes no tienen obra social o prepaga tienen derecho a hacerse tratamientos de fertilidad”.

La ley establece que obras sociales y prepagas deben cubrir hasta tres tratamientos de alta complejidad. Un decreto de 2017 aclaró que un tratamiento incluye la estimulación ovárica, la aspiración de óvulos, su fecundación y la transferencia de los embriones. Y especificó que se pueden hacer hasta tres transferencias como parte de una misma intervención.

|Fuente: Clarin – 04/06/2018