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Tiene 19 años y diseñó un sensor para conservar la cadena de frío de la insulina

¿Quién es? Valentina Avetta es estudiante de Bioingeniería en la Universidad de Entre Ríos.

¿Qué hizo? Como paciente insulinodependiente, sabe que la temperatura de su medicamento no puede superar los 30°. Por eso, inventó un sensor que identifica en qué momento pierde la cadena de frío y se vuelve inocuo.

La insulina debe conservarse entre los 4° y 8° cuando está cerrada y hasta los 30° una vez abierta, es decir, durante el uso del paciente. Hay diversos instrumentos para controlar la cadena de frío de este medicamento durante el transporte y la distribución, pero no hay nada que lo indique una vez que está en uso.

El sensor que creó se basa en un compuesto termocrómico, es decir que cambia de color con la modificación de la temperatura. El hallazgo es que una vez que se pasaron los 30°, el cambio se hace irreversible. “Hace más dos años que investigo este proyecto y tuvo varios cambios desde el comienzo. Hoy, la solución que encontré es imprimir en 3D un chip que indica la temperatura mediante una gelatina que combina dos colores y avisa al paciente. Así es mucho más barato y fácil de producir”, señala. El proyecto lo presentó por primera vez en una feria de ciencias en su escuela secundaria de la localidad de San Nicolás, pero no tuvo mucha repercusión.