La medicina de sistemas utiliza modelos matemáticos y la inteligencia artificial para integrar y analizar grandes conjuntos de datos clínicos y biomédicos. Un paso más para descubrir posibles mecanismos causantes de enfermedades, así como nuevos tratamientos, que hasta la irrupción de las nuevas tecnologías en los años 90 era prácticamente imposible.
Investigadores de la Universidad de Málaga (UMA) en España, conscientes de que la medicina de precisión es especialmente útil en aquellos casos difíciles de interpretar y para los que aún no existen tratamientos efectivos, desarrollarán un proyecto para aplicarla en el estudio de enfermedades raras de base genética, que en la mayoría de los casos afectan a pacientes pediátricos, con el objetivo de identificar nuevas dianas terapéuticas.
Se trata de un estudio multidisciplinar en el que participan especialistas clínicos, biólogos moleculares y bioinformáticos, coordinados por el profesor del Departamento de Biología Molecular y Bioquímica Juan Antonio García Ranea, y en colaboración con el CIBER de Enfermedades Raras, dependiente del Instituto de Salud Carlos III.
“Con la irrupción del big data y de tecnologías ómicas en biología molecular se ha producido una revolución histórica en la capacidad de obtener, procesar e interrelacionar cantidades inmensas de datos biomédicos procedentes de miles y hasta millones de individuos”, explica García Ranea.
Investigadores del Departamento de Biología Molecular y Bioquímica de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Málaga. (Foto: UMA)
Un reto médico y científico que ha sido reconocido por la Fundación Ramón Areces con una Ayuda a la Investigación en Ciencias de la Vida y de la Materia, que busca promocionar la I+D+i española, sobre todo en aquellas áreas que requieren una especial atención por su relativa orfandad o por su especial interés para la sociedad actual.
|Fuente: https://noticiasdelaciencia.com