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En el marco del Día Mundial del Corazón, el compromiso busca reducir un 25% la mortalidad prematura por enfermedades cardiovasculares para el año 2025

El próximo 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón y las organizaciones que trabajan para promover la salud cardiovascular en la Argentina, como la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y su brazo a la comunidad, la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), se suman a la iniciativa 25×25 que propone la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Mundial del Corazón (World Heart Federation -WHF) para reducir un 25% la mortalidad prematura por enfermedades cardiovasculares para el año 2025. Este importante proyecto, que cuenta con el auspicio y apoyo del Ministerio de Salud de la Nación, será presentado y anunciado de manera simultánea a todo el país través de una reunión que será trasmitida vía Webex a los 36 Distritos Regionales de la SAC y la FCA.

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo, más que el cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes. Alrededor de 17 millones de inflatable obstacle course personas mueren al año por esta razón, lo que representa un tercio de la población mundial, concentrada, sobre todo, en los países de menores ingresos.

Bajo el lema de este año, “Valorá tu vida, cuidá tu corazón“, el objetivo que se proponen las organizaciones miembro de la WHF en el marco del Día Mundial del Corazón es promover la toma de conciencia sobre el impacto de las enfermedades cardiovasculares en la comunidad y hacer énfasis en la prevención como medida indispensable para llevar una vida saludable.

La problemática actual más inquietante es la creciente prevalencia de los factores de riesgo cardiovascular:

Hipertensión. La hipertensión no controlada aumentó de 600 millones a mil millones de personas, entre 1980 y 2008 (*).

Obesidad infantil. La padece 1 de cada 10 niños en edad escolar. 42 millones se encuentran por debajo de los 5 años (*).

Tabaquismo. Actualmente, existen 1.000 millones de fumadores en el mundo (*).

Diabetes. Han aumentado los casos más del 50% en los últimos diez años, sobre todo en los países de Europa (*).

Actividad física. A nivel mundial, en el año 2010 se registró que el 23% de los adultos realizan insuficiente actividad física (*).

En nuestro país, los números no dejan de ser elocuentes. La última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, del año 2013, demostró que:

El Tabaquismo ha disminuido (29,7% en 2005, 27,1% en 2009 y 25.1% en 2013).

La Hipertensión Arterial se ha mostrado estable (34,4% en 2005, 35,5% en 2009 y 34,1% en 2013).

El Sobrepeso y la Obesidad han evidenciado un significativo aumento (49% en 2005, 53,4% en 2009 y 57,9 % en el 2013).

La Diabetes también se ha incrementado (8,4% en 2005, 9,6% en 2009 y 9,8% en el 2013).

En este sentido, tomar medidas de manera inmediata resulta fundamental para alcanzar los objetivos propuestos por la iniciativa 25×25. Así, “la Sociedad Argentina de Cardiología y la Fundación Cardiológica Argentina, junto a todos sus Distritos Regionales, asumen inflatable water slide el compromiso de desarrollar a lo largo del año diversas actividades de concientización, intervención y monitoreo, para lograr en nuestro país reducir la morbimortalidad por enfermedad cardiovascular“, aseguró el Dr. Miguel González, presidente electo de la SAC.

Por su parte, aumentar la inversión en estrategias de prevención es indispensable para revertir esta problemática. Por eso, “la concientización de la población, el compromiso del Estado y de las sociedades científicas y asociaciones civiles, para trabajar de manera conjunta en reducir estos alarmantes índices, es un gran paso y una responsabilidad que debemos asumir todos“, aseguró el Dr. Roberto Peidro, presidente de la FCA.

(*) Datos de la World Heart Federation.

Sociedad Argentina de Cardiología y Fundación Cardiológica Argentina

Rubinstein participó de la 56° Reunión del Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud

El secretario de Gobierno de Salud presentó las principales estrategias sanitarias del país y destacó la importancia de construir consensos en problemáticas como la resistencia antimicrobiana, el sobrepeso y la obesidad infantil.

Con el fin de evaluar los avances en materia de cobertura universal salud, la atención primaria y las acciones para mejorar el control de insectos que transmiten enfermedades, el secretario de Gobierno de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, fue parte de la 56° reunión del Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que congregó en Washington a las máximas autoridades sanitarias de la región.

“Tuvimos una agenda muy productiva con reuniones que serán de mucha utilidad en el futuro para las estrategias sanitarias de nuestro país”, señaló Rubinstein desde Washington. Además, el secretario de Gobierno de Salud destacó las reuniones destinadas a la compra conjunta de medicamentos entre países con el fin de acceder a condiciones más ventajosas.

Durante el encuentro, el funcionario nacional también mantuvo una reunión con John Fitzimmons del Fondo Rotatorio de Vacunas de la OPS, una herramienta inflatable water slide de cooperación técnica del organismo regional para facilitar el acceso de los Estados miembros a vacunas de calidad y al mejor precio.

En los comités, las presentaciones de Rubinstein se centraron en dar cuenta de las principales políticas sanitarias del país y en la necesidad de construir consensos en objetivos globales como la cobertura universal de salud y de fortalecer acciones conjuntas en problemáticas comunes como el sobrepeso y la obesidad infantil, la resistencia antimicrobiana y la preparación de los países para epidemias, pandemias y desastres.

La agenda del secretario de Gobierno también incluyó encuentros con la directora de OPS, Carisse Etienne y, en el Embajada Argentina en Washington, con investigadores y profesionales argentinos que están trabajando en Estados Unidos en el campo de la ciencia y la salud. Rubinstein también se reunió con el ministro de Salud de Chile, Emilio Santelices Cuevas, con el fin de desarrollar políticas sanitarias conjuntas.

Reconocimiento al presidente Tabaré Vázquez

Durante la reunión y en representación de América del Sur, Rubinstein estuvo a cargo del discurso de felicitación para el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, quien fue nombrado como “Héroe de la Salud Pública de las Américas”.

El reconocimiento de la organización se debe a la contribución de Vázquez a la Salud de la región a través de las políticas de control del consumo de tabaco tobogã inflavel que implementó durante su gestión, que en el año 2006 convirtieron a Uruguay en el primer país de la región en establecer la prohibición de fumar en lugares públicos y de trabajo cerrados.

“Fue un honor participar en este reconocimiento a Tabaré Vázquez por su incansable y arduo trabajo en políticas antitabaco y en las enfermedades crónicas no transmisibles. Los países debemos trabajar juntos en la prevención y control de estas enfermedades”, afirmó Rubinstein.

Los líderes del mundo se comprometen a acabar con la tuberculosis

La comunidad internacional acuerda inflables en la ONU invertir 15.000 millones al año para terminar con la epidemia en 2030

Sahil Hussain, a la izquierda, puso en marcha una organización llamada Vihaan en Nueva Delhi que apoya a pacientes de VIH y tuberculosis.
Sahil Hussain, a la izquierda, puso en marcha una organización llamada Vihaan en Nueva Delhi que apoya a pacientes de VIH y tuberculosis. JAVIER GALEANO THE UNION

La tuberculosis es una de las enfermedades más antiguas que se conocen y la infección que más personas mata cada año en el planeta. Pero hasta el 26 de septiembre de 2018, los líderes del mundo no se habían sentado a tratar el problema al más alto nivel. Lo han hecho en la 73ª Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde se han comprometido asegurarse de que 40 millones de enfermos reciban tratamiento hasta el final de 2022, además de aportar medicación preventiva a otros 30 millones en riesgo para evitar que la desarrollen.

Terminar con esta terrible epidemia que afecta cada año a más de 10 millones de personas y mata a 1,6 millones es una de las metas incluidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la agenda que se ha impuesto el mundo hasta 2030. Pero tres años después de que se aprobase, los avances han sido tímidos. Como mostró el último informe de la enfermedad, presentado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) la semana pasada, la tuberculosis remite, la mortalidad también, pero a un ritmo tan lento que tardaríamos más de un siglo y medio en acabar con ella.

Poner el asunto en la reunión entre jefes de Estado era un reclamo de la OMS para dar un empujón a esta lucha. “Hoy es un hito en la larga guerra contra la enfermedad. Estas son promesas audaces: mantenerlas es vital”, ha dicho Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la organización, que también se ha comprometido a trabajar “con cada socio, con cada país, con cada comunidad” para lograr los objetivos.

Las promesas pasan por una inversión de 13.000 millones de dólares al año para tratar y prevenir la tuberculosis y otros 2.000 millones adicionales para investigación. Los Gobiernos también se han comprometido a tomar medidas firmes contra las formas de la enfermedad resistentes a los medicamentos, crear responsabilidad y priorizar cuestiones de derechos humanos como el estigma que aún prevalece en torno a los afectados en muchas partes del mundo.

En el debate de la asamblea, bajo el título Unidos para terminar contra la tuberculosis, una respuesta global urgente para una epidemia mundial, altos representantes de todos los países de la ONU tenían previsto comparecer para poner sobre la mesa las medidas contra la enfermedad, aunque 46 de ellos no tuvieron tiempo de tomar la palabra. Presidentes, ministros de salud, de exteriores o cooperación dibujaron un panorama muy variopinto: desde aquellos lugares en los que es una verdadera epidemia que se cobra miles de vidas cada año hasta otros en los que persiste como una enfermedad marginal al que la población casi no presta atención. La Unión Internacional contra la Tuberculosis y las Enfermedades Pulmonares mostró su decepción ante la ausencia casi total de jefes de estado europeos, que quedaron representados a un nivel inferior.

Las promesas pasan por una inversión de 13.000 millones de dólares al año para tratar y prevenir la tuberculosis y otros 2.000 millones adicionales para investigación

La ministra de Sanidad española, María Luisa Carcedo, aprovechó para sacar pecho de que su Gobierno haya recuperado la sanidad pública universal. La cobertura de salud gratuita y de calidad es fundamental para detectar y tratar los nuevos casos de tuberculosis. “[Lo hemos hecho] tanto por justicia social como para ser más eficaces en lucha contra enfermedades que ya no tienen fronteras”, ha afirmado frente a representantes de todo el mundo.

El caso de España, con 10 nuevos enfermos al año por cada 100.000 habitantes está lejos de los países que más fuertemente padecen la epidemia, que llegan a multiplicar por 100 esta incidencia. Las necesidades también son muy diferentes.

Matamela Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica, uno de los países más afectados, con 322.000 casos nuevos el año pasado, ha recordado que la enfermedad ha matado a más personas que la viruela, la malaria, la peste, la influenza, el sida y el ébola juntos. “Estamos ante una oportunidad histórica que todos debemos saludar si queremos responder de forma efectiva a la tuberculosis, que soportan especialmente los más pobres y marginados”, ha afirmado. Su país ha conseguido una importante reducción de la incidencia de la dolencia en los últimos años gracias a nuevos fármacos y métodos de diagnóstico, además de un ambicioso programa antirretroviral, ya que padecer VIH es uno de los grandes factores de riesgo para contagiarse también de tuberculosis.

Médicos sin Fronteras ha aprovechado el encuentro para recordar que el infradiagnóstico y el infraregistro de los casos de tuberculosis siguen siendo “los principales retos”, ya que más de una tercera parte de los enfermos no se diagnostican. “Una de las razones fundamentales es que los gobiernos tardan en aumentar las pruebas de tuberculosis y las herramientas de tratamiento disponibles en la actualidad”, lamenta la ONG en un comunicado. Recuerda que en 2013 la OMS recomendó el uso de la bedaquilina, un novedoso inflatable water slide fármaco oral para el tratamiento de la variedad resistente a los medicamentos. Sin embargo, la adopción de este y otros medicamentos sigue siendo “muy lenta”. En 2017, estaban fuera del alcance para casi el 90% de las personas que podrían haberse beneficiado de ellos.

La presidenta de la Asamblea General, María Fernanda Espinosa Garcés, calificó la reunión de alto nivel de “un éxito”: “Estamos ante un nuevo hito en la lucha contra la tuberculosis. Pero hasta que cumplamos nuestros compromisos, esto solo será una declaración. Sabemos cómo prevenir y cómo tratar la enfermedad. Necesitamos que nuestros líderes y el sector privado inviertan lo necesario y tengan la decisión para acabar con ella. El plan está sobre la mesa. No podemos perder la oportunidad de ser la generación que terminó con la tuberculosis de una vez por todas”.