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Avance científico contra el VIH: un laboratorio argentino desarrolló un tratamiento innovador con un único comprimido diario

La píldora, producida por Laboratorios Richmond, se venderá primero en la Argentina y -gradualmente- en el resto de la región. Agrupa tres drogas antirretrovirales y la pueden usar las embarazadas

Una sola píldora contra el VIH: la eficacia y seguridad de la combinación de tres drogas antirretrovirales que desarrolló Laboratorios Richmond quedó demostrada en varios ensayos clínicos que incluyó mujeres embarazadas. ANMAT ya lo aprobó. Pacientes de cualquier edad y en cualquier estadio de la enfermedad pueden iniciar el tratamiento (Getty)
Una sola píldora contra el VIH: la eficacia y seguridad de la combinación de tres drogas antirretrovirales que desarrolló Laboratorios Richmond quedó demostrada en varios ensayos clínicos que incluyó mujeres embarazadas. ANMAT ya lo aprobó. Pacientes de cualquier edad y en cualquier estadio de la enfermedad pueden iniciar el tratamiento (Getty)

Optimizar la experiencia en el tratamiento cotidiano contra el VIH coloca al paciente más cerca de integrar una fórmula para la que esta enfermedad, actualmente cronificada en el tiempo, pueda ascender otro escalón. Es a través de la fórmula i=i (indetectable=intransmisible) que significa que el paciente con VIH, a partir de ser accesible y constante con su terapéutica de todos los días, se pueda transformar en una persona con carga viral indetectable; que luego convertirá en intransmisible. Dejará de contagiar. Aún queda en profundo estudio la evolución de las remisiones y la extinción de los reservorios del virus.

Para ayudar a que todo esto ocurra se necesita asegurar el acceso y simplificar los llamados “cócteles” de drogas antirretrovirales que en algunos casos hoy superan los 10 comprimidos diarios. Aquí precisamente anida la trascendencia de este lanzamiento de Laboratorios Richmond al que tuvo acceso Infobae: ofrecer una alternativa terapéutica completa para el VIH/Sida a través de un único comprimido por día, que además permitirá mejorar la adherencia en el tiempo, es decir, que el paciente “haga bien y completos los deberes” frente a su tratamiento: que al sentirse mejor no lo deje, que siga estrictamente las indicaciones médicas, que se controle periódicamente y que atienda cualquier comorbilidad, entre otras recomendaciones.

El lanzamiento se inicia hoy en la Argentina, y tendrá un alcance regional en etapas, a medida que las reguladoras sanitarias de cada país otorguen las aprobaciones correspondientes. En diálogo exclusivo con Infobae, Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond explicó: “Empezamos por Argentina. Vamos a llegar a Chile, Paraguay y Perú en un futuro cercano. Y luego iremos creciendo hacia otros países de la región”.

Figueiras también destacó el valor agregado de la ciencia argentina para este medicamento realmente innovador: “Es un nuevo producto desarrollado por nuestros equipos de trabajo en el país, con estudios clínicos también hechos en el país, y que se elabora en nuestra planta de Pilar. Beneficiará a muchas personas y es un paso más en el acceso al tratamiento de calidad para el VIH”.

En este camino cada vez más fértil hacia la cura del VIH-Sida, el nuevo comprimido ofrece una alternativa terapéutica completa que combina estas tres drogas: dolutegravir (DTG), emtricitabina (FTC) y tenofovir AF (TAF) en dosis fijas, únicas y combinadas (FDC) de los tres principios activos.

La píldora TriZevuvir para tratar el VIH elaborada en Argentina combina tres drogas: Dolutegravir (DTG), Emtricitabina (FTC) y Tenofovir AF (TAF) en dosis fijas, únicas y combinadas con tecnología y ciencia argentina de última generación. (Crédito: Laboratorio Richmond)
La píldora TriZevuvir para tratar el VIH elaborada en Argentina combina tres drogas: Dolutegravir (DTG), Emtricitabina (FTC) y Tenofovir AF (TAF) en dosis fijas, únicas y combinadas con tecnología y ciencia argentina de última generación. (Crédito: Laboratorio Richmond)

 

Consultada por Infobae, Elvira Zini, directora de Asuntos Científicos de Laboratorios Richmond detalló que “con el tratamiento con TriZevuvir, siempre y cuando el paciente sea adherente, se logra alcanzar una carga viral indetectable rápidamente y ésta se mantiene a lo largo del tiempo”. Otro aspecto innovador y relevante es que este fármaco se puede administrar en mujeres embarazadas.

Uno de los principales desafíos para que el tratamiento sea efectivo es asegurar que los pacientes tomen la medicación de manera regular, para alcanzar una carga viral indetectable, y por eso intransmisible.

Aun así, la adherencia al tratamiento sigue siendo uno de los mayores obstáculos en la lucha contra esta enfermedad, y las razones son múltiples: desde la falta de acceso, especialmente en el interior del país; hasta el hecho de sentirse bien y no tener síntomas, por lo que muchos pacientes no mantienen la regularidad del tratamiento o directamente lo abandonan.

Esta nueva píldora desarrollada en el país por Richmond marcará un antes y un después en el tratamiento del VIH/Sida: la medicación ya fue aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y es una alternativa que está disponible para el sistema de salud nacional, al ser un producto más accesible para el paciente en una única dosis.

Actualmente las guías de recomendaciones científicas de Estados Unidos, las europeas y las últimas publicadas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) recomiendan en primera línea el uso de esta nueva medicación como tratamiento integral para el VIH.

Diferencia sustancial: tomar más de 10 pastillas por día a tomar solo una: es un comprimido pequeño y de fácil deglución lo que facilita su ingesta (Crédito: Laboratorio Richmond)
Diferencia sustancial: tomar más de 10 pastillas por día a tomar solo una: es un comprimido pequeño y de fácil deglución lo que facilita su ingesta (Crédito: Laboratorio Richmond)

 

El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) es la forma más grave de la infección provocada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), un patógeno que ataca el sistema inmune. Afecta a 38 millones de personas en el mundo y cada año, unas 650.000 personas mueren por causas vinculadas con el VIH, según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En la Argentina se estima que existen actualmente 140 mil personas viviendo con VIH, de los cuales más del 70% recibe una terapia antirretroviral (TARV) que permite reducir la presencia del virus en el organismo, según datos del Boletín de Respuesta al VIH y a las ITS (infecciones de transmisión sexual) difundido por el Ministerio de Salud de la Nación en diciembre de 2021.

Estimular la adherencia, es decir, ayudar a que los pacientes mantengan el tratamiento, contribuye sustancialmente a los objetivos 90-90-90 del Programa de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA). Esta meta apunta a que el 90% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico, que el 90% de los diagnosticados con VIH reciban terapia antirretroviral continuada y, por último, que el 90% de las personas en tratamiento alcancen una carga viral indetectable.

Será imposible terminar con la epidemia sin proporcionar el tratamiento del VIH a todos aquellos que lo necesiten”, destacan como un latiguillo de manera permanente los expertos de ONUSIDA.

En la Argentina se estima que existen actualmente 140 mil personas viviendo con VIH. Cuando los pacientes logran reducir la carga viral del VIH/Sida a indetectable, se disminuye el riesgo de ser agente transmisor (Gettyimages)En la Argentina se estima que existen actualmente 140 mil personas viviendo con VIH. Cuando los pacientes logran reducir la carga viral del VIH/Sida a indetectable, se disminuye el riesgo de ser agente transmisor (Gettyimages)

 

El TriZevuvir es un único comprimido para tratar el VIH/Sida que combina tres drogas antirretrovirales: Dolutegravir (DTG) -medicamento antirretroviral que pertenece al grupo de los inhibidores de la integrasa-, Emtricitabina (FTC) -medicamento antirretroviral que pertenece al grupo farmacológico de los agentes inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósidos-; y Tenofovir AF (TAF) -medicamento inhibidor de la transcriptasa inversa nucleotídica del virus de la hepatitis B- .

“Disponer de una única dosis mejora la adherencia al tratamiento, porque su toma es muy sencilla, el comprimido es muy pequeño y fácil de deglutir. Se toma una vez por día, en el momento que le quede mas cómodo al paciente, porque se puede tomar con o sin comida. Y como en otros productos para VIH, el packaging que empleamos le permite al paciente llevar un solo comprimido sin sacarlo de su envase original”, detalló en diálogo con Infobae Elvira Zini, directora de Asuntos Científicos de Richmond.

Además, los pacientes de cualquier rango etario y en cualquier estadio de la enfermedad pueden iniciar el tratamiento para el VIH/Sida con este comprimido diario único. E incluso es un tratamiento completo que pueden llevar adelante las mujeres gestantes en cualquier etapa del embarazo.

Para lograr el éxito del tratamiento, también es fundamental detectar la infección por VIH es sus estadios iniciales: “Dada la seguridad que tienen los tratamientos actuales, es muy importante testearse e iniciar el tratamiento cuando todavía se está en un buen estado de salud, porque esto disminuye el riesgo de contraer la enfermedad y mejora la calidad de vida. Además al tener baja carga viral, se disminuye el riesgo de ser transmisor”, señaló Zini.

La toma del uni-comprimido diario es muy sencilla, porque es muy pequeño y fácil de deglutir. Se toma una vez por día, en el momento que le quede mas cómodo al paciente, porque se puede tomar con o sin comida (GETTY)La toma del uni-comprimido diario es muy sencilla, porque es muy pequeño y fácil de deglutir. Se toma una vez por día, en el momento que le quede mas cómodo al paciente, porque se puede tomar con o sin comida (GETTY)

—Doctora Zini, ¿cómo impacta este nuevo tratamiento de “una píldora” en el paciente con VIH?

—Elvira Zini: No podemos hablar de remisión en VIH porque el virus, aún estando indetectable, se mantiene latente, en reservorios. Sí, podemos hablar de indetectabilidad del virus. Con este tratamiento, siempre y cuando el paciente sea adherente, se logra alcanzar una carga viral indetectable rápidamente y ésta se mantiene a lo largo del tiempo. Hago hincapié en el concepto de adherencia, siendo indispensable para lograr que ese objetivo se mantenga en el tiempo.

—¿Cuáles son los detalles del ensayo clínico que basado en una tecnología de vanguardia combinó tres drogas antivirales en una sola pastilla?

El TriZevuvir es un comprimido que se basa en un tratamiento aprobado, por ende el estudio clínico que se realizó es para demostrar que la formulación no impacta en la biodisponibilidad de los tres componentes; esto significa que este comprimido versus el tratamiento que se realiza hoy tiene una biodisponibilidad bioequivalente.

Cómo es el tratamiento

El nuevo producto fue desarrollado por el equipo de trabajo de Laboratorios Richmond en Argentina, con estudios clínicos en el país, y se produce en la planta ubicada en Pilar (Crédito: Laboratorio Richmond)El nuevo producto fue desarrollado por el equipo de trabajo de Laboratorios Richmond en Argentina, con estudios clínicos en el país, y se produce en la planta ubicada en Pilar (Crédito: Laboratorio Richmond)

Su forma de administración es un comprimido recubierto por vía oral, una vez al día con o sin alimentos. Su formato de comprimido es pequeño y fácil de deglutir. Además, la eficacia y seguridad de esta combinación fue demostrada en diversos estudios clínicos que incluyó la población de mujeres embarazadas.

En Argentina, recientemente se aprobó la Ley Nacional de VIH, Hepatitis Virales, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual que asegura el tratamiento antirretroviral de forma gratuita, pero también aborda el aspecto psicológico y propone un abordaje integral desde la salud colectiva. Esto significa un cambio de perspectiva con foco en lo social que se propone mejorar la calidad de vida y prevenir muertes evitables.

La cura más cerca

El Sida es la forma más grave de la infección provocada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), un patógeno que ataca el sistema inmune de las personas (Gettyimages)El Sida es la forma más grave de la infección provocada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), un patógeno que ataca el sistema inmune de las personas (Gettyimages)

La 24º Conferencia Internacional sobre el SIDA, que se desarrolló en Montreal, Canadá, y finalizó anteayer, ayudó a instalar en el debate público qué necesitan aún los enfermos de VIH y cuáles son las zonas vulnerables de la enfermedad que todavía cuesta visibilizar. Si bien en esta cumbre mundial de expertos sobre la patología se presentaron casos de pacientes que lograron controlar la enfermedad, son pacientes que aún mantienen reservorios del virus en el organismo, lo que marca que hay esperanza pero queda un camino pendiente hacia la cura del VIH/Sida.

—¿Cuán cerca estamos de la cura del VIH/Sida ?

—Elvira Zini: Es una pregunta delicada. Sin embargo, dado que hay pacientes que han tenido remisión, se está estudiando estos casos en profundidad para encontrar una terapéutica que permita eliminar al virus de los reservorios y ahí sí lograr erradicarlo. Por el momento, se focaliza en terapias que mejoren la adherencia, cómo tratamientos de un solo comprimido diario, o tratamientos que puedan administrarse cada varios meses y de maneras innovadoras. Ese es el avance más palpable que estamos viendo en el tratamiento de esta enfermedad crónica.

—¿Cuál es el panorama respecto a la cronicidad que logró hoy la enfermedad y el escaso avance de las vacunas?

—Elvira Zini: Hoy el foco está puesto en ofrecer tratamientos que optimicen la adherencia, sabiendo que el VIH es una patología crónica, que la esperanza de vida (en aquellos que no tienen comorbilidades) es similar a la de las personas que no conviven con el virus y que justamente con la cronicidad aparecen otras patologías cómo la hipertensión, dislipemias, entre otras, que no se deben descuidar.

Por eso, actualmente estamos en una situación muy diferente a la de cuando iniciamos el desarrollo de medicamentos para el VIH dónde recién aparecían los primeros cócteles. Se avanzó mucho y todavía queda un camino por recorrer.

Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond, tiene junto a su equipo de científicos una extensa historia en la investigación y producción de medicamentos para el HIV. En 1998 elaboró la famosa AZT Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond, tiene junto a su equipo de científicos una extensa historia en la investigación y producción de medicamentos para el HIV. En 1998 elaboró la famosa AZT

 

Laboratorios Richmond es una empresa farmacéutica argentina con presencia en la región y cuenta con una larga trayectoria en medicamentos para el tratamiento del VIH: desde 1996 se lanzaron 25 productos, de los cuales 18 fueron el primer genérico en el país y 5 dosis fijas, únicas y combinadas (FDCs) propias.

El primer hito del laboratorio argentino se alcanzó 1997, cuando elaboró el primer genérico de Didanosina y un año después de Zidovudina, la famosa AZT. En 1999 también desarrolló el primer genérico de Indinavir. En aquellos años la industria farmacéutica ya comenzaba a desarrollar combinaciones y así fue que en el 2000 Richmond fue el primer laboratorio en presentar un genérico que combinaba Lamivudina y Zidovudina. En 2017, Richmond lanzó el primer genérico de la combinación de Efavirenz, Emtricitabina y Tenofovir DF, un tratamiento completo muy reconocido, con una composición innovadora.

“Este es el camino que nos propusimos hace muchos años, cuando al comienzo de la epidemia de VIH desarrollamos el primer genérico de un inhibidor de la proteasa en el mundo. Hemos desarrollado otros tantos productos que salvaron vidas en distintas patologías, sin olvidarnos de la producción de vacunas en la pandemia y haber sido parte de la mayor campaña de vacunación de la historia”, concluyó Figueiras a Infobae.

|Fuente: www.infobae.com

El Ministerio de Salud de la Nación inició la distribución de vacunas pediátricas contra COVID-19 del laboratorio Moderna

Se trata de las primeras 645.600 dosis de esta firma que serán aplicadas en niñas y niños a partir de los 6 meses de edad.

 


El Ministerio de Salud de la Nación inició hoy la distribución de las primeras 645.600 dosis pediátricas de vacuna contra la COVID-19 del laboratorio Moderna. Las mismas llegarán a las 24 jurisdicciones entre hoy y mañana, y serán destinadas a niñas y niños de 6 meses a 5 años de edad, tanto para iniciar y completar esquemas entre los 6 meses y los 2 años 11 meses y 29 días, como para el inicio o la aplicación de refuerzos en la población de 3 y 4 años.

La puesta en marcha de la estrategia fue consensuada por las máximas autoridades sanitarias del país en el marco del Consejo Federal de Salud (COFESA), a partir de la recomendación de aplicación de estas vacunas en niñas y niños de 6 meses a 5 años por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), y el apoyo de las sociedades científicas, entre ellas la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).

Del total de dosis, 232.800 se enviarán a Buenos Aires; 33.600 a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; 6.000 a Catamarca; 21.600 a Chaco; 8.400 a Chubut; 52.800 a Córdoba; 20.400 a Corrientes; 20.400 a Entre Ríos; 10.800 a Formosa; 10.800 a Jujuy; 4.800 a La Pampa; 6.000 a La Rioja; 28.800 a Mendoza; 25.200 a Misiones; 9.600 a Neuquén; 9.600 a Río Negro; 25.200 a Salta; 13.200 a San Juan; 7.200 a San Luis; 4.800 a Santa Cruz; 48.000 a Santa Fe; 16.800 a Santiago del Estero; 2.400 a Tierra del Fuego; y 26.400 a Tucumán.

Según datos del Monitor Público de Vacunación, Argentina distribuyó a la fecha 119.617.438 vacunas, de las cuales 114.534.438 fueron enviadas a todo el territorio nacional y 5.083.000 se donaron a otros países. Las aplicaciones totalizan 107.832.588.

 

| Fuente: www.argentina.gob.ar

Ley Nicolás: llega al Congreso un proyecto para prevenir la mala praxis tras un caso increíble

Ley Nicolás: llega al Congreso un proyecto para prevenir la mala praxis tras un caso increíble En la primera ola del Covid, pacientes esperan ser atendidos en la guardia del Hospital Posadas. Foto: EFE

Desde este viernes tendrá estado parlamentario un proyecto de ley que, con viento a favor, todos llamarán “ley Nicolás”. Buscará dar un marco normativo a la llamada “seguridad del paciente“, un capítulo difícil y poco difundido de la salud pública, aunque abarca una problemática realmente cotidiana: los daños y perjuicios que sufren los pacientes por las fallas estructurales en la atención sanitaria.

O sea, todo. Desde el sopor en la sala de espera antes de ver a un médico ofuscado que no te escucha por la agotadora secuencia de turnos cada 15 minutos, hasta tener una complicación quirúrgica que se podría haber evitado con mejor infraestructura hospitalaria. O sufrir las consecuencias de un diagnóstico erróneo.

O morir, como le pasó a Nicolás Deanna, de Villa Gesell, hace casi cinco años. Tenía 24. Confundieron meningitis bacteriana con alergia. Su madre, Gabriela Covelli, abogada, fue la primera impulsora de esta ley. La ley Nicolás.

Parte de estas líneas están inspiradas en la charla con ella y en su lucha (Change.org/LeyNicolas). En que, “si se siguen persiguiendo médicos, no se va reconocer nunca el problema de fondo que tiene el sistema”. Y que “es central transmitir un mensaje constructivo”.

Seguridad del paciente y mala praxis

Entre el drama de los damnificados y la urgencia noticiosa, el concepto de “seguridad del paciente” suele reducirse a una de sus causas: la mala praxis profesional. Precisamente lo que terminó con la vida de Nicolás.

Mala Praxis

Pero, el proyecto de ley que ingresará este viernes al Congreso de manos del diputado radical Fabio Quetglas, pretende superar esa mirada, algo acotada.

Se estima que el daño al paciente por eventos adversos es una de las 10 principales causas de muerte y discapacidad en el mundo.

Además, que el 10% de los pacientes sufre algún algún tipo de daño o perjuicio cuando apela al sistema de salud. La mitad de estos eventos adversos sería evitable.

Es un proyecto de ley necesario pero ambicioso. Se mete en un tema sensible. Tanto, que el miércoles a última hora decidieron quitarle tres artículos que reunían lo más importante del reclamo de familiares como la madre de Nicolás.

Gabriela Covelli con sus hijos. Nicolás (izquierda) murió por mala praxis. Gabriela Covelli con sus hijos. Nicolás (izquierda) murió por mala praxis.

Eran propuestas de modificaciones a los códigos Penal y Procesal Penal de la Nación en relación a las sanciones que deberían recibir los profesionales de la salud siempre que cometieran errores por haber ostentando una actitud temeraria.

La “culpa temeraria inequívoca”, al cajón

Se creaba la figura de la culpa temeraria inequívoca como agravante de la mala praxis, para casos en los que un profesional de la salud produce lesiones graves o la muerte de un paciente, por una “actuación calificable de grosera, desaprensiva e injustificable”, tomando palabras textuales del proyecto inicial.

La terapia intensiva de un hospital en Mendoza, en la primera ola de Covid en el país. Foto Ignacio Blanco / Los Andes La terapia intensiva de un hospital en Mendoza, en la primera ola de Covid en el país. Foto Ignacio Blanco / Los Andes

Y, contra la posibilidad de seguir ejerciendo mientras no hubiera sentencia firme, el texto invitaba a las jurisdicciones (en la versión de la ley que ahora no corre) a disponer la inhabilitación provisoria (en forma preventiva) de las matrículas profesionales, siempre que el juez considerara que hubo “temeridad inequívoca”.

Sin embargo, la falta de adherencia desde algunos colegios de médicos (con peso específico en ciertos diputados, afirmaron dos fuentes) condujo a la decisión de, al menos en una primera etapa, omitir esas modificaciones.

En diálogo con Clarín, el diputado Quetglas, autor de la ley, dotó de optimismo la presentación del proyecto, sin poder ocultar del todo un hilo de resignación en su voz.

“Se quitó la pata penal que dialogaba con una demanda social importante, y en esta primera etapa quedó aquella que se refiere al aspecto preventivo-sanitario para mejorar la seguridad del paciente”, describió, y dijo: “La idea fue garantizar que hubiera consenso y que la ley saliera”.

Realismo y la salud en Argentina

Quetglas explicó el razonamiento que lo llevó a pegar ese volantazo en la propuesta, argumentos que importan si uno quiere entender las dificultades que atañen a la “seguridad/inseguridad” de los pacientes en Argentina.

Habló de los obstáculos que hubiera encontrado el proyecto, de tener que tratarse no solo en la comisión de Salud de Diputados, “donde sin dudas despertará interés”, sino también en las de Justicia y Legislación Penal, donde, en cambio, casi con certeza no tendría prioridad.

Habló también de la resistencia del sector en temas como las reformulaciones de los seguros, en especial para la cobertura de médicos adultos mayores, si por ejemplo aumentaran los profesionales con matrícula suspendida.

Y habló, por fin, del hecho nada menor de que el proyecto no hubiera tenido quórum.

“Yo soy de la idea de que, si la máxima es 60 kilómetros por hora, no es lo mismo ir a 65 que a 140”, comparó Quetglas. Es un convencido de la importancia de graduar los errores que cometen los profesionales.

Personal médico del Hospital Cosme Argerich. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni Personal médico del Hospital Cosme Argerich. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

Sin embargo, dijo, “de salir la ley, será un gran primer paso”.

Principales puntos del proyecto de seguridad del paciente

1. Informe global del sector

Según este proyecto, en un máximo de dos años, el Ministerio de Salud deberá emitir un diagnóstico general del sistema de salud en Argentina, informe que deberá consignar las “condiciones de la práctica sanitaria en todo el país, a partir de un muestro representativo”.

Ese informe deberá analizar “tanto desde el punto de vista material, como regulatorio, los dispositivos críticos, tratamiento profesional, equipamiento, aprendizaje, funcionamiento de las residencias, niveles de especialización, cumplimientos de las pautas de buena práctica, estrés laboral, litigiosidad, sanciones, recurrencias de acciones conflictivas y/o todo otro aspecto vinculado con la seguridad de los pacientes y profesionales”.

2. Certificación periódica obligatoria

El texto indica que “será obligatoria la certificación de las condiciones físicas y el estado cognitivo y conductual de todos los profesionales de la salud, cada 10 años, a partir del momento de su matriculación”.

“Las exigencias de esta certificación serán establecidas por la autoridad de aplicación nacional, evaluando las necesidades que impongan las especialidades que se ejerzan”.

Y, a partir de los 75 años, “la certificación deberá realizarse cada 3 años”.

Hay que aclarar que se mantendrán iguales las disciplinas que en ciertas jurisdicciones o a nivel nacional ya hubieran establecido períodos menores de revalidación profesional.

3. Registro Único de Eventos Centinela (RUDEC)

La ley dispone que haya un método que asegure la investigación de las causas que produjeron los incidentes de seguridad, eventos adversos y eventos centinela (es decir, situaciones inéditas que ameriten ser reportadas), “con criterio no punitivo, y la consecuente adopción de medidas que eviten su repetición y garanticen el aprendizaje”.

En este marco, se establece la creación del RUDEC como un espacio de reporte de esos eventos, sistema que deberá garantizar la confidencialidad de la información obtenida.

4. Quejas, necesidades y condiciones laborales

La ley pone bastante énfasis en que deben establecerse mecanismos para garantizar la presentación de “quejas u objeciones sobre carencias y deficiencias en la prestación del servicio, sin temor a represalias, y su correspondiente análisis”.

Además, “asegurar una dotación de personal de salud que satisfaga las necesidades del servicio y el bienestar del personal”, instaurar una duración de turnos y horas de trabajo del personal, que “eviten su agotamiento físico o mental”, y “prever medidas de protección del personal para salvaguardarlos de toda violencia o intimidación ejercidas por razón de su labor”.

5. Registro Unificado de Sanciones e Inhabilitaciones

Se busca ordenar el histórico problema de los profesionales que se mudan de provincia para poder ejercer, cuando su matrícula fue suspendida en su jurisdicción de origen.

“Queda expresamente establecido que la suspensión o inhabilitación en el ejercicio de la profesión comprende a todas las jurisdicciones”, dice el texto, y suma que las autoridades encargadas de controlar el ejercicio profesional deberán “informar de toda medida disciplinaria a la Red Federal de Profesionales de la Salud (REFEPS)”.

6. Histórica clínica digital interoperable

Por fin, un punto pendiente hace años es la creación de la historia clínica digital para toda la población.

En un máximo de cuatro años, todas las jurisdicciones deberán tener “en forma” plataformas digitalizadas e interoperables.

Seguridad del paciente, un concepto global

Hace tres años, para visibilizar que cada año mueren 2,6 millones de personas por fallas en los propios sistemas de salud, la Organización Mundial de la Salud le atribuyó al tema un día-homenaje, el 17 de septiembre.

Ezequiel García Elorrio, médico clínico del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), habló con Clarín en nombre del Observatorio Argentino de Seguridad del Paciente, entidad creada hace menos de un mes en el marco de un foro latinoamericano dedicado a este tema hace 12 años.

La explicación “institucional” del párrafo anterior es importante porque tanto García Elorro como su entorno de colegas asesoraron a Quetglas en la redacción de la “ley Nicolás”.

Es que, si bien un sector de los médicos percibieron como “amenazantes” varias medidas de la ley, García Elorrio es de los que entienden que el concepto “seguridad del paciente” alude tanto al derecho de las personas a estar “seguras” cuando son atendidas, como al derecho de los profesionales de poder brindar esa seguridad.

Una guardia de un hospital público de Lomas de Zamora, en mayo de 2021. Foto: AP Una guardia de un hospital público de Lomas de Zamora, en mayo de 2021. Foto: AP

Según repasó, “la seguridad del paciente es un problema de salud pública que tiene 30 años de visibilidad en el mundo. Se relaciona con la complejidad que fue ganando el sistema, que cada vez desarrolla actividades más difíciles, lo que hace que los equipos tengan que tener un desempeño aún más exigente. El covid demostró esa exigencia”.

El tema es que se vino comprobando que “una proporción de los pacientes sufre eventos adversos, y muchos son prevenibles. Son todas estimaciones, pero ocurren en un enorme porcentaje por fallas sistémicas, y no necesariamente porque las personas no cumplan con su responsabilidad profesional”.

El sistema de salud, una industria de alto riesgo

Según García Elorrio, “se estima que en Argentina muere la misma cantidad de personas por eventos adversos en salud que por accidentes de tránsito. Es decir, unas 15 a 20 muertes por día”.

Otros datos compilados por el observatorio que integra sorprenden en igual medida: casi el 16% de los pacientes internados en Argentina sufre úlceras dermatológicas por cómo se maneja (o desmaneja) su reposo durante las internaciones.

Además, en el mundo mueren un millón de personas por año por complicaciones quirúrgicas, y 5 millones, por sepsis.

El tema económico no es menor: la National Academies of Sciences, Engineering and Medicine informó en 2018 que la atención en salud de mala calidad imponía pérdidas por entre 1,4 a 1,6 mil millones de dólares, en los países de ingresos bajos y medios.

Ahora bien, ¿a qué se refiere García Elorrio cuando habla de problemas sistémicos en el sistema argentino?

Principalmente, a una falta de estandarización en la atención, lo que incluye temas muy diversos que van a contrapelo de la atención “segura”.

Desde las condiciones laborales (no siempre adecuadas) hasta la falta de capacitación del personal, o un acceso inequitativo para los pacientes, quienes -remarcó el médico- “deberían ser siempre informados de un modo comprensible de aquello que compete a las decisiones sobre su salud”.

En la charla, García Elorrio comparó el sector con la industria aeronáutica, un sector que, en su opinión, supo autosuperarse y ordenarse para ofrecer seguridad: “Ambas son industrias de alto riesgo, pero tienen sus diferencias”.

“Cuando falla un avión y cae, las personas a bordo fallecen rápidamente. En cambio, los eventos adversos en salud ocurren todos los días, de manera individual. Y por eso son mucho menos visibles”, señaló.

El camino existe, pero hay que andarlo, sugirió el médico, y concluyó: “Cada vez que hay un evento adverso, como un aterrizaje fuera de pista, se reporta, se estudia, se corrige. Estos pasos son una fuente de aprendizaje fundamental”.

| Fuente: www.clarin.com