Después de recuperarse, algunos pacientes graves quedan con debilidad muscular y fibrosis en los pulmones. Otros desarrollan infecciones bacterianas, entre otros problemas. Expertos consultados por Infobae recomiendan hacer rehabilitación antes de recibir el alta de la primera internación
El coronavirus ya afectó a más de 167 millones de personas en el mundo. Se llevó las vidas de 3.480.480, según la última actualización de la Organización Mundial de la Salud. Muchos de los recuperados vuelven a una vida normal, pero otros continúan con diferentes problemas de salud después de atravesar la etapa aguda de la infección.En la Argentina, 2 de cada 100 personas que tuvieron COVID-19 vuelven a ser hospitalizadas por las secuelas, según los últimos relevamientos descriptivos que hace la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva.
Para prevenir readmisiones, expertos consultados por Infobae señalan que el acceso a la rehabilitación de los pacientes que estuvieron intubados en el hospital puede ser clave antes de recibir el alta de la primera internación.
El COVID-19 prolongado (también llamado “síndrome post COVID-19″ o “COVID-19 largo”) incluye una amplia gama de síntomas que pueden durar semanas o meses después de haber sido infectado por el virus. Las personas mayores y las personas con cuadros graves tienen más riesgo de tener síntomas persistentes del COVID-19.
En el caso de las personas que desarrollaron cuadros graves y que estuvieron en terapia intensiva con la asistencia de un respirador -o ventilación mecánica-, las secuelas de la infección pueden aumentar el riesgo de complicaciones que deben ser atendidas en el hospital.
Consultado por Infobae el doctor José Manuel Viudes, médico especialista en neumología del Hospital Italiano de Buenos Aires y coordinador de cuidados domiciliarios de Swiss Medical Group, mencionó que las causas de readmisión de los pacientes que tuvieron el coronavirus son las siguientes, de mayor a menor frecuencia: “En primer lugar, problemas en el sistema respiratorio, como tos persistente, dificultad para respirar y bajo nivel de oxígeno en la sangre, pueden ser motivo de readmisión en el hospital en pacientes que ya se recuperaron de la etapa aguda de la infección. En segundo lugar, el embolismo pulmonar o las sobreinfecciones bacterianas o micóticas”.
Con menor frecuencia, “hay casos de ataques cerebrovasculares (ACV), cefalea intensa, síndrome confusional agudo, insuficiencia cardíaca y arritmias, enfermedad renal, entre otras, como consecuencia de haber tenido la infección por el coronavirus”, expresó Viudes.
La asistencia con el respirador es hoy una de las formas más demandadas para los pacientes graves. En algunos casos hay pacientes que los necesitan durante varias semanas. “Después de estar en ventilación mecánica, algunos pacientes con COVID-19 quedan con una debilidad muscular muy importante y es uno de los motivos que hace que requieran una readmisión”, explicó a Infobae la médica especializada en cuidados críticos Carina Balasini, miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI).
Después del usar el respirador, “muchos de los pacientes no pueden mover ni siquiera un dedo de la mano. Para poder enviarlos a la casa deberían ser auto válidos. Es decir, que puedan caminar, hablar con su familia y hacer las pequeñas cosas que necesita diariamente para vivir. Que no esté postrado en una cama y que no necesite que la familia lo cuide, lo bañe, o lo ayude a comer”, señaló la doctora Balasini.
Para recuperarse después de la intubación, los pacientes deberían acceder a la rehabilitación. “En algunos hospitales ya tienen salas de rehabilitación post terapia intensiva, donde se los atiende antes de recibir el alta. Durante la rehabilitación, se hace un tratamiento multidisciplinario con nutricionistas fonoaudiología, kinesiología, psicología, y musicoterapia que permite ayudarlos para recuperar fuerza muscular”, detalló la médica.
“Estamos observando que dos de los problemas que más llevan a la reinternación de los pacientes que ya pasaron la infección aguda por el coronavirus son las infecciones bacterianas tardías y las secuelas por fibrosis pulmonar”, dijo a Infobae Alejandro Videla, que forma parte del Servicio de Neumonología del Hospital Universitario Austral y es vicepresidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria
La fibrosis pulmonar es una enfermedad que se produce cuando el tejido de los pulmones se daña y se producen cicatrices. Este tejido engrosado y rígido hace que sea más difícil que los pulmones funcionen correctamente. A medida que la fibrosis pulmonar empeora, hay más dificultad para respirar. Por esto, algunos pacientes requieren también la readmisión en el hospital.
Para tratar este tipo de fibrosis pulmonar, como secuela del COVID-19, se indican medicamentos como los corticoides, la oxigenoterapia, o rehabilitación pulmonar para aliviar los síntomas y evitar la progresión de la enfermedad. “Aún no sabemos cómo podría prevenirse la secuela de la fibrosis pulmonar en los pacientes con COVID-19. Es un tema en investigación”, comentó el doctor Videla.
En tanto, para prevenir que los pacientes se enfrenten a una readmisión en el hospital por una infección bacteriana, el lavado de manos es una de las medidas más recomendadas, aconsejó el doctor Videla.
Pero hoy la necesidad de volver al hospital para los pacientes con “Covid prolongado” puede verse obstaculizada por el problema de la escasez de camas disponibles en Argentina. El domingo pasado, los pacientes internados con COVID-19 representaban el 49% del total de los internados en terapia intensiva en el país. Se alcanzó un triste récord desde el inicio de la pandemia en el país, cuando se notificó el primer caso en marzo del año pasado.
Durante la primera ola de la pandemia, los pacientes graves con COVID-19 solo ocupaban la tercera parte de las camas de las unidades de terapias intensiva. Hoy ocupan casi la mitad. El dato surge a partir del análisis de la Unidad de Datos de Infobae en base a los informes epidemiológicos diarios del Ministerio de Salud de la Nación, que reportó 12.801 camas en las unidades de terapia intensiva de los hospitales. En el último mes, la ocupación de camas en terapia intensiva aumentó el 30%.
|Fuente: www.infobae.com.ar