Los riesgos climáticos para la salud son cada vez mayores, pero falta priorizar fondos para proteger la salud humana frente a los efectos de esta emergencia, dijo hoy martes la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un informe.
Según el texto presentado en la XXV Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), en Madrid, la mayoría de los países no cumple plenamente los avances para salvaguardar la salud humana de los efectos del cambio climático.
“Salvaguardar la salud humana de los efectos del cambio climático es más urgente que nunca”, insistió la OMS en su documento elaborado a partir de datos procedentes de una encuesta que realizó en 101 países.
De acuerdo con la encuesta, los países priorizan cada vez más el cambio climático y la salud, y la mitad de los encuestados ha desarrollado una estrategia o plan nacional en este ámbito.
Sin embargo, preocupa que solo el 38 por ciento de los encuestados cuente con recursos financieros para ejecutar aunque sea parcialmente su estrategia nacional, y menos del 10 por ciento destine recursos suficientes para su plena ejecución, indicó el organismo.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló que “el cambio climático no es solo una factura que deberán pagar las generaciones venideras, sino que se está pagando ya ahora a través de la salud de las personas”.
Consideró un imperativo moral que los países dispongan de los recursos necesarios para luchar contra el cambio climático y salvaguardar la salud actual y futura.
Según la encuesta, el 48 por ciento de los países ha llevado a cabo una evaluación de los riesgos climáticos para la salud pública y los más comunes han sido el estrés térmico, las lesiones o la muerte causados por fenómenos meteorológicos extremos, enfermedades de transmisión vectorial, alimentaria o hídrica como cólera, dengue o paludismo.
Sin embargo, alrededor del 60 por ciento de estos países informó que los resultados de las evaluaciones han tenido poca o ninguna influencia sobre la asignación de recursos humanos y financieros para cumplir con las prioridades que se han fijado en los esfuerzos de adaptación para proteger la salud.
La encuesta mostró que los países encuentran dificultades para acceder al financiamiento internacional y proteger la salud de su población frente al cambio climático.
Más del 75 por ciento se refirió a la falta de información sobre las oportunidades de acceder a fondos destinados a la lucha contra el cambio climático y más del 60 por ciento a la desconexión de los agentes en la esfera de la salud con los procesos de financiamiento.
Además, más del 50 por ciento señaló la falta de capacidad para preparar propuestas.
Dos tercios de las actuales contribuciones determinadas a nivel nacional al Acuerdo de París mencionan la salud, y el sector sanitario es uno de los cinco que más a menudo se señalan como vulnerables al cambio climático, pero ello no se ha traducido en los niveles de ejecución y apoyo que serían necesarios.
De igual forma, los esfuerzos realizados hasta la fecha han demostrado que el valor de los beneficios para la salud derivados de la reducción de las emisiones de carbono puede duplicar el costo de la aplicación de estas medidas a nivel mundial.
Se estima que el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París, solo en lo relativo a la reducción de la contaminación atmosférica, puede salvar casi un millón de vidas al año en todo el mundo de aquí al año 2050.