Lo digital está presente cuando trabajamos, estudiamos, vamos a comprar al supermercado, en nuestras relaciones personales y en muchas dimensiones más, como también en los servicios de salud a los que accedemos.
¿Quién no pidió un turno con un especialista desde una plataforma? Incluso nuestra costumbre de retirar resultados de estudios en papel está desapareciendo. Estos cambios nos ahorran tiempo, energía y nos abren un panorama de nuevas posibilidades para nuestro cuidado. Lo digital gana terreno no solo desde las acciones de los pacientes, sino también desde los profesionales de la salud.
“De este lado del escritorio, en los consultorios utilizamos herramientas digitales para registrar, prescribir o incluso atender, por ejemplo, cuando hacemos videoconsultas. Existen aplicaciones y plataformas que ofrecen una experiencia casi 100% digital a pacientes y profesionales”, explica Alfonso Fernández Pazos, médico clínico, asesor en OSDE y especialista en transformación digital. Asegura que, por ejemplo, a través de la plataforma Consultorio Digital OSDE, se puede realizar “el viaje completo”, en forma digital, desde la necesidad de atención programada hasta el tratamiento.
En ese sentido, los beneficios más evidentes de los recursos digitales son la facilidad de acceder a turnos próximos con especialistas, el ahorro de tiempo y gastos de traslados y la comodidad de que las prescripciones lleguen en forma electrónica a las farmacias sin los riesgos asociados al papel, como extravíos, errores de tipeo o la famosa “letra de médico”.
Pero además, Fernández Pazos considera que, desde el punto de vista profesional, estas ventajas se traducen en una mayor adherencia a los tratamientos, y por lo tanto, a nivel sistema, genera mayor eficiencia. “Sin embargo, nuestro sistema de salud aún está lejos de adoptar el nuevo paradigma porque falta generar conciencia de sus beneficios y adopción por parte de profesionales y pacientes”, comenta.
Más gestión, más eficiencia
Uno de los principales retos del sistema de salud en su conjunto es la eficiencia, una meta que persiguen todos los días quienes trabajan en soluciones de salud digital. Para eso es necesario que cada parte del entramado interactúe de forma coordinada, una tarea que no sólo corresponde a legisladores y funcionarios, sino también al sector privado.
En este marco, según considera la doctora Magdalena Nores, asesora en OSDE en el área de gestión de servicios, lo primero es lograr una buena comunicación entre el sector prestador, el financiador, los colegios médicos y farmacéuticos, las universidades, los desarrolladores de software y los distintos niveles del estado. Estos deben interactuar en forma conjunta para que algo tan simple como una receta médica tenga validez en el ámbito digital, de lo contrario el avance tecnológico en materia de salud se transforma en una utopía.
“Por ejemplo, la nueva ley de Receta Digital generó un marco para desarrollar las plataformas de prescripción electrónica de acuerdo a esta normativa, pero si las plataformas no se conectan de forma segura y siguiendo los protocolos con los sistemas de las farmacias, los de las clínicas y de los hospitales, no se pueden generar recetas electrónicas que sean válidas. Esta conexión entre los sistemas informáticos de la salud se llama interoperabilidad, y lograrla resulta clave para alcanzar la salud digital”, sostiene Nores.
A la vez, destaca que desde OSDE se generan acuerdos de interoperabilidad con múltiples plataformas e instituciones para garantizar que los pacientes tengan acceso a recetas electrónicas disponibles en toda su red de farmacias.
“En poco tiempo, estos acuerdos van a permitir también que las prescripciones para estudios y tratamientos, las derivaciones y muchas otras actividades profesionales estén disponibles de forma online”, anticipa la especialista. Sin embargo, concluye que para continuar en este camino es necesario acortar la brecha digital, generar espacios de aprendizaje y diálogo, y mantener la mente abierta, porque las oportunidades son muchas y el acceso a la salud está en juego.
| Fuente: www.lanacion.com