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Una amenaza sobre la atención médica en el país

“Obras sociales: el 1% de los afiliados acapara más del 50% de los recursos totales en salud”.

Este dato resulta de un informe realizado por IIDOS (Instituto de Investigación de Obras Sociales de Osdepym), trabajo de investigación recientemente premiado por la Universidad Isalud. Revela el actual panorama sanitario en la Argentina, que enfrenta un desafío de proporciones alarmantes para 15,38 millones de beneficiarios de las obras sociales y que cubren aproximadamente al 33.6% de la población total del país.

La carga económica de las enfermedades catastróficas amenaza la atención médica en nuestro país.

El estudio advierte que la atención médica en todo el país se encuentra en jaque debido al elevado costo que acarrean las patologías de baja incidencia, pero de alto impacto económico, comúnmente conocidas como “enfermedades catastróficas”. Aunque son poco frecuentes, abordar estas dolencias conlleva un gasto exorbitante en tratamientos y productos farmacológicos.

Algunas enfermedades catastróficas son el cáncer, la hepatitis C, la hemofilia, la esclerosis múltiple, la fibrosis quística, atrofia muscular espinal y la insuficiencia renal crónica antes y después de un trasplante, así como síndromes hereditarios poco frecuentes. Todos estos casos demandan tratamientos con medicamentos de alto costo. Incluso padecimientos comunes como la diabetes o el colesterol alto podrían convertirse en catastróficas para los pacientes en un futuro cercano.

Desigualdad en la distribución de recursos y sus consecuencias en la asistencia sanitaria

Para dimensionar la magnitud de esta situación, basta con solo mencionar la medicación para la atrofia muscular espinal. Requiere el medicamento Onasemnogén Abeparvovec (conocido comercialmente como Zolgensma) que, con un valor de venta comercial de más de 2 millones de dólares, es el de más alto precio de la región y el segundo más caro a nivel mundial, lo que generó que el Estado Nacional debiera intervenir en la compra del producto.

La crisis ya está teniendo un impacto evidente: la calidad de la atención sanitaria general se deteriora para los afiliados, la escasez de médicos y otros profesionales de la salud se acentúa y las listas de espera de turnos se vuelven cada vez más largas.

Debe garantizarse el acceso a los mencionados tratamientos, pero compatibilizándolos con los derechos de los demás afiliados, teniendo presente la capacidad de financiamiento del sistema, como así también la eficacia de los mismos.

El siguiente gráfico representa de manera clara los números obtenidos en la investigación de IIDOS. Tras un minucioso análisis de los datos, se hace evidente que una reducida fracción del 1% de los afiliados que consumen concentra más de la mitad del gasto prestacional total, exactamente el 52%. Mientras tanto, nada menos que el 99% restante se limita a disponer del 48% remanente. Al profundizar en ese selecto 1%, se descubre que un ínfimo porcentaje del 0,25% acapara una impresionante proporción del 35% del gasto global. Esta marcada desigualdad en la distribución de recursos resulta sumamente impactante y requiere una atención especial.

Principios de equidad, solidaridad y sustentabilidad en crisis

Esta disparidad en la asignación de recursos viola los consagrados principios de equidad, solidaridad y sustentabilidad que deberían ser fundamentales en un sistema justo para todos.

Mientras los pacientes con enfermedades catastróficas reciben una atención integral y extremadamente costosa, el resto de la población se enfrenta a crecientes dificultades para acceder a servicios de salud básicos: “mucha salud para pocos y poca salud para muchos”.

En 2022, un 14,7% de la población informó tener problemas de salud. El 40,6% de los consultados confesó que no realizó siquiera una consulta anual con un médico y el 12,3% que indicó tener problemas de salud o enfermedades graves o crónicas, no han accedido a la atención con un profesional de salud para la consulta o tratamiento de esta afección.

Según un informe reciente de la UCA, la situación de control de salud en niños y adolescentes es preocupante. El 58,4% de este grupo no cuenta con cobertura de salud a través de obras sociales, prepagas o mutuales. La gravedad de este problema se intensifica en los sectores más vulnerables de la sociedad, donde se estima que alrededor de 3,36 millones de niños y adolescentes no han recibido atención médica en el último año, ni siquiera para un simple control de salud. Además, 8,31 millones de niños y adolescentes no han visitado al dentista en el último año.

En la Argentina, la pobreza infantil es preocupante: afecta al 61,6% de los niños, aproximadamente 8,2 millones. Además, más de 4,2 millones de menores tienen dificultades para acceder a una alimentación adecuada, y dentro de ese grupo, 1,6 millones sufren de hambre severa. Según el último registro publicado hubo 737 muertes por desnutrición y 77 por desnutrición fetal.

Tres reformas necesarias para el sistema de salud

Se propone tres reformas clave para transformar la realidad actual del sistema de salud. En primer lugar, reemplazar el Plan Médico Obligatorio (PMO) con una Canasta Básica Universal, ampliando y mejorando la cobertura de salud para todos los ciudadanos y asegurando el acceso a servicios esenciales.

Además, se propone la creación de un Fondo Nacional para financiar enfermedades catastróficas, que cubriría los costos de tratamiento y cuidados para los pacientes afectados. Hasta que se establezca este Fondo por ley, el Estado asumiría la responsabilidad de financiar estos gastos durante los primeros tres años.

Por último, se promueve la creación por ley de una Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, encargada de evaluar la eficacia y el valor de las tecnologías médicas y farmacológicas. A la cual el poder judicial deba consultar previo a adoptar una decisión, al igual que los poderes ejecutivo y legislativo con antelación a incorpora nuevas prácticas o productos en el PMO. Su objetivo es garantizar una asignación justa y equitativa de los recursos, sin priorizar motivos económicos y asegurando coberturas seguras y efectivas.

Hacia un nuevo escenario

La disparidad en el sistema de salud de la Argentina plantea serias amenazas para la calidad y accesibilidad de la atención médica. Actualmente, existe un desequilibrio preocupante donde algunos reciben una atención médica

abundante y costosa, mientras que muchos otros tienen dificultades para acceder a los servicios más básicos de salud.

De este modo creemos que para superar estos desafíos y construir un sistema de salud más justo, es fundamental un acuerdo social que involucre a legisladores, obras sociales, entidades de medicina prepaga, el Ministerio de Salud de la Nación, la Superintendencia de Servicios de Salud, jueces, asociaciones de pacientes, laboratorios y universidades. Además, es necesario adoptar un enfoque epistemológico renovado que permita abordar de manera efectiva las necesidades de salud de todos los argentinos.

Vicepresidente de IIDOS

| Fuente: www.lanacion.com