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Anunciaron un acuerdo de precios para los medicamentos

El Gobierno y la industria farmacéutica llegaron a un acuerdo para que en los próximos 60 días los laboratorios aumenten los precios de los medicamentos un punto por debajo de la inflación de dicho período. Cabe recordar que, según las proyecciones de las consultoras económicas, el índice de precios de este mes oscilaría entre 6 y 7%, nivel que podría mantenerse o incluso empeorar en agosto. Los precios que se tomarán como base serán los vigentes al 30 de junio pasado.

El convenio, anticipado por LA NACION, fue firmado esta tarde en la Casa Rosada por el presidente Alberto Fernández, la ministra de Salud, Carla Vizzotti; la ministra de Economía, Silvina Batakis, y representantes de las cámaras que nuclean a los laboratorios nacionales y extranjeros, y a las farmacias de todo el país.

Adicionalmente, la industria farmacéutica y las farmacias pondrán a disposición de la población sin cobertura médica el Programa de Pacientes Cuidados, que les permitirá acceder a un vademécum de medicamentos con un descuentos del 35% en todos los medicamentos bajo receta.

En un comunicado, la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa), que agrupa a los nacionales, señaló que “continuará acompañando las políticas de estabilización de precios para garantizar que el precio de los medicamentos se mantenga por debajo de los índices oficiales de inflación”. Y explicó que “esta decisión empresaria se verificará durante los meses de julio, agosto y la primera quincena de septiembre, tomando como referencia el IPC nacional publicado durante julio y agosto del presente año”

“Estábamos detectando aumentos por encima de la inflación y ahora van a tener un quiebre importante a partir de este acuerdo”, reconoció luego, en conferencia de prensa, el secretario de Comercio Interior, Martín Pollera. Al mismo tiempo aclaró que el entendimiento “es voluntario y, al igual que con Precios Cuidados, asegura la trayectoria de un aumento de precios que vaya por debajo de la inflación”. Lo acompañaron en el anuncio la subsecretaria de Medicamentos e Información Estratégica del Ministerio de Salud, Sonia Tarragona; el presidente de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa), Eduardo Macchiavello, y la titular de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), Isabel Reinoso, que fueron los principales negociadores del acuerdo en encuentros que se realizaron la semana pasada.

Según una fuente familiarizada con las negociaciones, la industria farmacéutica buscaba que el convenio tomara los precios de hoy, pero el Gobierno presionó para que se partiera de la base de los valores del 30 de junio pasado. No fue el único punto de tensión entre las partes. El porcentaje de descuento del programa Pacientes Cuidados también generó idas y vueltas; los laboratorios pretendían dejarlo en 30% y finalmente quedó en 35%.

“Para la cadena de valor farmacéutica representa un gran esfuerzo económico frente a las actuales condiciones macroeconómicas del país que será compartido entre industria, droguerías y farmacias, estimándose que la propuesta tendrá un impacto para el sector superior a los $6000 millones de pesos”, señaló Cilfa en su comunicado.

Ayer, la Unión Argentina de la Salud (UAS), que preside el empresario Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical Group, publicó su último relevamiento, en el que advierte “por el fuerte impacto de los medicamentos de alto costo en los presupuestos de obras sociales y prepagas”. Según la UAS, en mayo, casi el 60% de los remedios más usados tuvieron subas por encima del IPC medido por el Indec. A su vez, el consumo en unidades subió más de un 8% respecto de 2021.

Los precios de los medicamentos aumentaron en mayo más que la inflación, sosteniendo así una tendencia en alza desde principios de año cuando venció el acuerdo entre el Gobierno y los laboratorios”, señala el informe.

En el sector farmacéutico desestiman las cifras de la UAS y reafirman que este acuerdo con el Gobierno “ratifica lo que ya venimos haciendo; los medicamentos vienen subiendo por debajo de la inflación más allá de algunos casos puntuales”. Consultado en la conferencia, Macchiavello se refirió al acuerdo de los laboratorios con PAMI. “Tenemos la negociación con el PAMI desde hace muchísimos años y últimamente para sus afiliados los remedios aumentan por debajo de la inflación. Hay una brecha muy grande entre los precios PAMI y los precios de venta al público en general”.

Niegan problemas de acceso al dólar

Tanto Cilfa como la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (Cooperala) le habían enviado cartas al presidente del Banco Central, Miguel Pesce, en marzo y abril pasados, donde alertaban sobre problemas para el abastecimiento de materias primas, insumos e importación de medicamentos terminados por el endurecimiento de las condiciones para acceder a los dólares necesarios para las compras externas. Luego de ese reclamo, el BCRA flexibilizó ciertas condiciones y dejó conforme al sector, que ahora parece devolver el gesto con este acuerdo.

El tema volvió a surgir en la conferencia de prensa. Macchiavello señaló al respecto que “el Banco Central nos está garantizando poder importar y poder pagar los insumos y los principios activos. Muchos principios activos son de China e India, que tuvieron problemas en su producción; además, los fletes se han encarecido, se han atrasado. Puede haber faltantes, pero son casos puntuales y no porque el Banco Central no nos dé los dólares”.

Por su parte, Tarragona afirmó que “cada vez que hay riesgo de algún faltante estamos viendo caso por caso para solucionarlo”, mientras que Reinoso señaló que “puede ser que falte un insumo y mientras ese producto entra o no se puede fabricar hay 10 o 15 marcas [alternativas] para cumplir con los tratamientos”.

| Fuente: www.lanacion.com.ar

Cómo se definirán desde ahora los aumentos de las prepagas y qué impacto tendrá el nuevo esquema

De manera sorpresiva, cuando a 2020 le quedaban unas pocas horas, el Gobierno publicó una edición vespertina del Boletín Oficial. Lo hizo para anular, insólitamente, una resolución que había oficializado en la mañana del mismo día. Sin consignar más motivo que la “expresa decisión del Sr. Presidente”, se dejó sin efecto la autorización dada a la medicina prepaga para subir las cuotas en febrero de 2021. A la “expresa decisión” la había antecedido el hecho de que ese permiso fue una de las noticias de aquella última tarde del año en que se inició la pandemia, en el cual las cuotas de los planes de salud tuvieron un único reajuste, en diciembre, de 10%.

Un año y medio después de aquel hecho –reflejo de la improvisación de la política, en el contexto de un pretendido pero insostenible congelamiento de los valores de los planes de salud–, también en un suplemento y no en su edición central, el Boletín Oficial del 30 de junio pasado incluyó la autorización para la suba de cuotas de agosto, la séptima de 2022. Ese aumento, informado por LA NACION el lunes último, tiene una particularidad. Se trata del primero para el cual el porcentaje se define siguiendo la evolución de un nuevo índice de costos del sector. Además de haberse dispuesto una regla para determinar el número, se estableció que los reajustes serán bimestrales, al menos durante este año.

El incremento de agosto será de 11,34% y se aplicará sobre los precios de las facturas de este mes que, a su vez, llegaron con una recomposición de 4%. De esa manera, los valores de los planes acumularán un alza de 68,48% en los primeros ocho meses de 2022. Los próximos reajustes serán en octubre y diciembre. Y, dado el contexto de alta inflación y aceleración de la devaluación del peso, se estima ya que los porcentajes serán significativos.

Si las actualizaciones de frecuencia bimestral y según el índice ahora vigente se transformarán en un esquema permanente, es algo que todavía no quedó definido.

En rigor, la decisión de fijar un mecanismo con parámetros preestablecidos había sido volcada en una norma de abril, firmada por la ministra de Salud, Carla Vizzotti. La resolución 867, la misma que autorizó las subas de mayo, junio y julio, incluyó una instrucción para la elaboración de un índice de costos que sirviera como referencia. Se dispuso que la evolución de esa variable al último día de los meses impares de cada año sería el “límite máximo” de las subas autorizadas a las prepagas. Luego, la resolución 1293, la oficializada el último día de junio, derogó la disposición referida a los meses pares, y estableció que el Gobierno publicará el porcentaje de variación bimestral del índice al último día de junio, agosto y octubre de 2022. Como las prepagas deben comunicar los cambios de precios con 30 días de anticipación, lo dispuesto significa que podrán aplicar aumentos en agosto, octubre y diciembre.

Qué mide el índice de costos

Según confirmaron a LA NACION fuentes del sector, lo que ocurrirá a partir de 2023 no está aún definido. Entre los directivos de la actividad hay quienes creen que debería revisarse la construcción del índice, que hoy tiene cuatro componentes. El primero incluye los costos vinculados con los recursos humanos y se consideran, puntualmente, los porcentajes de mejora salarial del convenio del personal de sanidad de las clínicas privadas. El segundo se refiere a los medicamentos, y se observa la variación de un listado de valores de referencia que elabora el Ministerio de Salud. Los precios de los insumos médicos conforman el tercer ítem, y se toma en cuenta la evolución del rubro “Productos medicinales, artefactos y equipos para la salud”, del Índice de Precios al Consumidor del Indec. Para el cuarto factor, el de “otros insumos y gastos generales”, se recurre al dato oficial de inflación. El elemento que tiene mayor peso dentro del índice es el de los recursos humanos.

La nueva normativa incluye una disposición referida a cuánto deberán las prepagas mejorar los aranceles que les abonan a los prestadores médicos. En agosto, esas subas deberán ser de al menos 10,2%, porque tendrán que equivaler al 90% del reajuste de las cuotas.

La variación de las cuotas de las prepagas y de los aranceles prestacionales es un viejo tema de conflicto entre las autoridades del área y el sector, y también entre los propios actores de la actividad, donde hoy se valora la puesta en marcha de un mecanismo que aleja al factor de la discrecionalidad de la política. Ya la ley de regulación de las prepagas, aprobada una década atrás, había establecido que los precios debían moverse en función de un seguimiento razonable del alza de costos de la actividad. Pero no se había determinado, hasta ahora, cómo debía cumplirse con esa meta.

Sin embargo, con alta inflación, sin políticas que permitan moderar los costos de forma sostenible, y en pleno camino de un ajuste que hacen las propias entidades para mejorar sus números (con demoras en los turnos, montos de reintegros retrasados y limitaciones a ciertas prácticas, por ejemplo), la vía de las subas de cuotas en función de un índice predefinido no parece ser una solución integral ni de fondo. Sobre todo, por las dificultades de muchos afiliados (en buena medida, no asalariados) para poder recomponer sus ingresos al ritmo del alza de los precios que inciden en sus consumos. En el caso de los jubilados, frente al reajuste de 68,48% que tendrán este año a agosto los planes, los haberes mensuales habrán tenido, a ese mes, una recomposición de 29,12%, el porcentaje surgido de la fórmula de movilidad trimestral.

| Fuente: www.lanacion.com

Figueroa Casas solicita la “completa libertad” de elección de obras sociales para los trabajadores

La iniciativa, que es acompañada por una treintena de diputados, busca modificar la Ley de Obras Sociales, para que los beneficiarios que ingresen a un nuevo trabajo puedan cambiar la obra social de su actividad.

12 julio, 2022

La diputada nacional Germana Figueroa Casas (Pro – Santa Fe) presentó un proyecto de modificación de la Ley de Obras Sociales para que los beneficiarios que ingresen a un nuevo trabajo puedan cambiar la obra social de su actividad. En la actualidad, deben permanecer un año debido a un decreto impulsado por el presidente Alberto Fernández. El objetivo de la iniciativa es favorecer el derecho a la libertad de elección, tanto desde el inicio como durante el transcurso de la relación laboral.

De acuerdo con el proyecto de Figueroa Casas, la voluntad de los trabajadores sobre las obras sociales fue afectada por el Decreto N° 438/21 -publicado el 7 de julio de 2021 en el Boletín Oficial- que estableció que quienes “inicien una relación laboral deberán permanecer un año en la obra social correspondiente a la rama de su actividad antes de poder ejercer el derecho a la opción de cambio”.

“El Decreto limita el derecho de opción que permitía la libre elección desde el comienzo. Dicha medida perjudica no solo a la decisión de los trabajadores, sino también a la competencia entre obras sociales”, sostuvo la diputada y continuó: “Es arbitraria y contradictoria”.

Por eso, solicita para los trabajadores el derecho de opción de obra social tanto desde el inicio como durante el transcurso de la relación laboral y expresamente establece la prohibición de limitar, suspender o condicionar dicha facultad; indicando que su interpretación será siempre a favor de la libertad de elección. A su vez, la iniciativa vela por el derecho de acceso a un sistema de salud digno que responda a las necesidades.

“Es importante trabajar para permitir la completa libertad de elección de los trabajadores sin límites”, expresó la santafecina y agregó: “No puede ser que permanezcan cautivos por un año de la obra social sindical si es su primer trabajo o cambiaron desde otra rama de actividad”.

En ese sentido, la diputada del Pro señaló: “El derecho a opción está limitado a causa de una medida decretada por el Gobierno Nacional. Solo pueden elegir cambiar de obra social luego de un año de ingresar a un nuevo trabajo”.

Acompañan el proyecto los diputados Fabio José Quetglas, Ricardo López Murphy, Martín Tetaz, Florencia Klipauka Lewtak, Gerardo Milman, Mónica Frade, Gabriel Chumpitaz, Laura Rodríguez Machado, Ximena García, Ingrid Jetter, Victoria Morales Gorleri, Ana Clara Romero, María Sotolano, Alejandro Finocchiaro, Graciela Ocaña, Marcela Campagnoli, Alberto Assef, Paula Omodeo, Virginia Cornejo, Gustavo Santos, Héctor Stefani, Sofía Brambilla, José Núñez, Laura Carolina Castets, Gabriela Besana, Lidia Inéz Ascarate, Pamela Verasay, Pablo Torello, Hugo Romero y Gerardo Cipolini.

| Fuente: www.parlamentario.com