Es el doctor Deus Bazira, una de las mentes brillantes de la Universidad de Georgetown, en Estados Unidos. En exclusiva, Infobae lo entrevistó en Washington y detalló las estrategias para optimizar los sistemas de salud global del siglo XXI. Qué dice la Organización Panamericana de la Salud (PAHO)
Las sociedades modernas se encaminan hacia un cuello de botella que será de difícil resolución: las personas vivirán cada vez más años, sobrevendrán más enfermedades por el incremento de la población longeva y el estilo de vida de los tiempos que corren; y todo esto tensionará al sistema y el acceso a la salud.
Se suma que en la mayoría de los países del mundo -más evidente en los países emergentes- los Estados tienden a achicar la participación de su PIB en salud, y en paralelo sube de manera constante el llamado “gasto de bolsillo” de las familias para atenderse. Así es como el debate actual alrededor de la salud pública global sucede entre paradojas y desigualdades de las naciones. La relevancia de la salud pública para el futuro sostenible de los pueblos no figura, ni logra instalarse en las agendas de los líderes del mundo.
¿Cómo optimizar los sistemas de salud global del siglo XXI? ¿Cuáles son los desafíos de la salud global del futuro? ¿Cuál es el aporte de la academia para la formación de una generación futura de líderes en salud global?
Si hay una lección aprendida de la última pandemia global por COVID -y probablemente una de las que más consenso en el planeta ha generado- es que el desafío en cada uno de los países, con sus realidades diversas y brechas, en materia de salud pública global es adelantarse. El consuelo puede encontrarse en una de las universidades más prestigiosas del mundo que está estudiando estos temas.
¿Adelantarse a qué? Resuena la pregunta a la hora de precisar cuál es la situación actual del sistema de salud global y cómo anticiparse de cara al futuro. Infobae entrevistó en exclusiva en Washington al doctor Deus Bazira, cofundador y director del Centro para la Práctica y el Impacto de la Salud Global (CGHPI) de la Universidad de Georgetown y profesor asociado de la Facultad de Medicina en Georgetown, Estados Unidos.
A lo largo de una extensa charla, el doctor Bazira dejó en claro la relevancia de un concepto fundamental. “La prevención en salud se debe mudar al mundo real, además de estar presente en los hospitales, debe salir a la calle. Debemos acelerar y aumentar rápidamente la adopción de evidencia cient
Bazira es una de las mentes brillantes de Georgetown, una de las universidades más prestigiosas del mundo, en el corazón de la adorable y señorial Washington DC. Fundada por la congregación Jesuita en 1789, es considerada la universidad católica más antigua de los Estados Unidos.
Bazira comprende cabalmente los problemas y desafíos que hoy tiene la salud global de cara al futuro. “De nada sirve seguir invirtiendo sólo en tratar personas, hay que generar un cambio de matriz, más igualitario y eficaz del funcionamiento de la salud pública en el mundo. Una matriz basada en la prevención, en estar un paso adelante de que las cosas sucedan y, sobre todo, estar y actuar, planificar la acción en el terreno, cerca de la gente y no sólo dentro de los hospitales”.
Bazira creció en la zona rural de Uganda, África profunda; y aquellos años forjaron a fuego su vocación por el servicio a los demás. Recuerda que en su infancia, sus padres le repetían: “El mundo necesita personas que puedan brindar soluciones”. Ese enfoque se convirtió en un mantra que lo llevó a orientar su carrera profesional.
Así lo plasmó en uno de sus papers más recientes sobre salud global, publicado en la revista The Lancet, considerada un verdadero faro para la comunidad científica mundial. El trabajo brinda un panorama sobre el mapa actual de la salud pública global, titulado: “Encontrar nuevas soluciones a los principales desafíos de la salud mundial”.
—Doctor Bazira, ¿por qué el trabajo en el terreno y los conceptos de resiliencia y co-creación son los enfoques sustanciales para encarar la salud pública global del futuro?
—Deus Bazira: Es necesario co-crear políticas de salud pública con la gente y con los Estados. Pareciera que la salud pública no está entre las prioridades de los grandes líderes del mundo, ellos se dedican a las guerras territoriales y a las ideologías.
—El mundo aún está saliendo de una pandemia global que dejó casi siete millones de muertos. ¿Cómo propone usted enfocarse y aplicar la idea de “anticipación en salud” y proteger a las comunidades vulnerables?
—Deus Bazira: Hay que optimizar los modelos de prestación de servicios integrados, centrados en el paciente, y basados en una plataforma eficaz de atención primaria. Por ejemplo, ¿cómo integramos funciones esenciales de salud pública, como la vigilancia de enfermedades en la atención primaria de rutina? El sistema de salud puede brindar servicios de salud esenciales, pero también debe tener flexibilidad y resiliencia para responder a cualquier emergencia…
La ciencia de la implementación, la de los datos, la seguridad sanitaria y la prestación integrada de servicios son enfoques clave en el Centro para la Práctica y el Impacto de la Salud Global (CGHPI), que a su vez co-diseña intervenciones sostenibles con partes interesadas en diferentes países.
Bazira quiere crear, formar y poner en marcha equipos sólidos, una suerte de ejércitos que no estarán destinados a ir a la guerra, sino que serán la próxima generación de líderes en salud global.
La salud empieza en el territorio
La mirada del experto de la Universidad de Georgetown sobre la salud pública global está en sintonía con la idea que impulsa la Organización Panamericana de la Salud (PAHO) en su diagnóstico para el continente de las Américas: en tiempos de eventuales pandemias, es imperioso revalorizar (y volver) al concepto de salud territorial y apuntar a la prevención porque muchas de las problemáticas actuales podrían solucionarse con esta estrategia.
—¿Cómo puede enmarcar el concepto de salud territorial? Usted propone transformar el desafío que presenta la salud pública global hoy, para transformarla en una acción vigorosa y accesible en el lugar donde habiten las personas, sobre todo pensando en los sectores más vulnerables
—Deus Bazira: Las personas necesitan aprender y generar conductas de protección para preservar su propia salud y la de los suyos. Pero además, como dejó claro la pandemia, en salud pública debemos adelantarnos a las epidemias que puedan venir y que serán luego las pandemias que vendrán.
No solo para evitar muertes, sino también por los desafíos que instala la longevidad en las sociedades modernas. El enfoque es llevar la salud al territorio, esto es el concepto de salud territorial. No solo hay que dedicarse a la salud en los hospitales de alta complejidad, hay que detener los males y aplicar la prevención en los territorios reales.
Un sistema de salud no solo debe enfocarse en la ciencia sino y primordialmente en las personas, remarcó Bazira a lo largo de la conversación con Infobae.
Bazira analizó a Infobae: “La pandemia es un ejemplo paradojal muy claro sobre lo que tenemos que mejorar en la salud pública global: la población sufrió una pandemia que no dejó lugar del planeta sin afectar. La ciencia dio respuestas probas y rápidas con la generación en tiempo récord de vacunas contra COVID-19 -incluso en diferentes y nuevas plataformas tecnológicas, sin embargo, hoy nos enfrentamos a una gran paradoja: gran parte de esa sociedad que fue salvada por los avances científicos; en la actualidad esquiva la inmunización, y no se aplica las vacunas contra el COVID-19. Es decir, la ciencia hizo su parte, pero la gente rechaza el avance sin razones fundadas, sólo por acumulación de creencias”.
—Usted menciona que se sigue invirtiendo mucho dinero en tratar personas y no en prevenir, ¿qué estrategias se deben priorizar para poner en marcha esta especie de salud de anticipación?
—Deus Bazira: No destinar todo el dinero o la inversión en los hospitales, se debe ir al terreno. Además, comunicar en salud es muy importante para crear criterio e información veraz en las comunidades. Pero el tema en la salud pública es más profundo: hoy la gente dispone de las vacunas pero dice: “No quiero vacunarme, gracias”. ¿Cómo lo resolvemos? Habría que desarrollar una especie de diplomacia de la salud. Hay que co-crear soluciones con la gente y en sus entornos, en lugares de la vida real, viendo sus realidades, porque las acciones se ponen en marcha virtuosamente, si los otros también lo aplican. Cuando usamos barbijos en la pandemia, tuvo mucho que ver que nuestros vecinos y familia también los usaron…
Un mundo con salud
Según los datos de la OPS a los que accedió Infobae, la probabilidad de morir por Enfermedades No Transmisibles (ENT´s) -como las afecciones cardiovasculares, respiratorias, el cáncer o la diabetes, se redujeron desde el 2000 al 2019. Sin embargo, según la proyección hacia el año 2030, América no está en camino de alcanzar la meta de una reducción de un 33% entre los años 2015 y 2030.
La agencia regional de la OMS destaca que “se necesitan más esfuerzos para alcanzar la meta de reducción de la mortalidad prematura por estas enfermedades en las Américas. Este escenario está vinculado a la cobertura y acceso de la población al sistema de salud y a las políticas de cada Estado respecto a las estrategias sanitarias. La OPS recomienda que el gasto o inversión pública en salud debe rondar el 6% del producto bruto interno (PBI) de cada país, sin embargo el promedio en la actualidad es del 4%.
En diálogo con Infobae, James Fitzgerald, director de Sistemas y Servicios de Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en las Américas, precisó: “En el ADN de las instituciones globales de salud, el gasto en salud es entendido como un factor de protección social”.
James Fitzgerald, el experto de la OPS destacó que la agencia sanitaria continental adhiere al concepto de salud territorial “para articular las políticas con los Estados no solo los nacionales, sino también con las distintas jurisdicciones y provincias. La tendencia es que los estados nacionales tienden a reducir su inversión en salud y aumenta el llamado gasto de bolsillo de las familias, algo que pone en crisis el acceso universal a la salud”.
Frente al panorama actual del sistema de salud pública global, Bazira se preguntó si el predominio de las intervenciones centradas en las enfermedades que impulsan la mayor parte de la agenda de salud global socava las capacidades y la resiliencia de los sistemas de salud nacionales.
En su paper publicado en The Lancet, Bazira problematizó los desafíos de la salud pública global y enumeró los puntos principales a tener en cuenta:
- Carga mundial de morbilidad (muertes) y financiación de la salud (incluida la asistencia al desarrollo para la salud)
- Evolución de la arquitectura sanitaria mundial, incluida la diplomacia sanitaria mundial: cuestiones mundiales, regionales y nacionales
- Fortalecimiento de los sistemas de salud: desempeño y capacidad de respuesta
Reorientar las agendas de salud pública
¿Qué podrían tener en común la lógica y el trabajo de un agricultor con la optimización de los sistemas de salud del siglo XXI? Bazira atravesó su infancia en una comunidad rural de Uganda, y sus padres le transmitieron los valores que brinda la subsistencia más básica con la naturaleza: los hombres que dan soluciones mueven al mundo.
Después de graduarse en Farmacia en la Universidad Makerere en Kampala, Uganda, en 1993, realizó allí un MBA para “comprender mejor el papel de la gobernanza y el liderazgo eficaces en el aumento del acceso a la atención sanitaria, en particular el acceso a los medicamentos esenciales”.
Sin olvidar la impronta heredada de sus primeros años en las zonas campesinas de África, Bazira fue designado en marzo de 2023 como director inaugural del Instituto de Salud Global de la Universidad de Georgetown (GUGHI). Bazira y su equipo en GUGHI están reuniendo a investigadores y educadores en salud global de la Universidad de Georgetown “para trabajar como una comunidad, crear sinergias y brindar experiencias de aprendizaje únicas para la próxima generación de líderes en salud global”, dijo a The Lancet.
Durante la charla con Infobae, una reflexión de Bazira precisa el enfoque sobre la salud pública global hoy: “Existe una brecha entre el conocimiento y la acción. Ahí está el problema. Hay que llegar a la gente, disminuir la brecha entre los datos y la acción -señaló convencido- ¡Hay muchos datos y métricas! Pero necesitamos comprender a la gente y sus necesidades a los niños que mueren todos los días”.
De cara al futuro, Bazira cree que los sistemas de salud deben abordar “las continuas desigualdades y disparidades en salud” para superar estas inequidades es necesario encontrar “nuevas soluciones, ya sea a través de nuestra agenda de investigación o a través de la forma en que desarrollamos e implementamos políticas, o lo que hacemos en todos los niveles del sistema de salud”.
La receta del que estudia en el Instituto de Salud Global de la Universidad de Georgetown (GUGHI) es trabajar en “la equidad, la eficacia, y eficiencia”. Él cree que esto requerirá “trabajar para armonizar la forma en que financiamos los sistemas de salud, pero también integrar la forma en que brindamos servicios. Tenemos que pensar en la persona que cuidamos y ponerla en el centro”.
Desarrollo sostenible para 2030
El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS advirtió en el informe World Health Statistics 2023 publicado en conjunto por la agencia sanitaria de la ONU y el Banco Mundial que, para que el mundo alcance los objetivos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030, es esencial un aumento sustancial en la inversión en salud de capital tanto financiero como político.
Para alcanzar las metas de los ODS para 2030, “es imperativo acelerar progreso”, dijo Tedros y apuntó que la aceleración será posible con esfuerzos concertados de las comunidades locales, gobiernos y organizaciones internacionales, incluida la OMS.
El mundo debe prestar atención a las lecciones de las últimas dos décadas, incluida la tragedia de la pandemia. Una de las lecciones más importantes es el conocimiento que tenemos en nuestro poder para “evitar muertes y enfermedades innecesarias y, además, crear sistemas de salud más fuertes, más equitativos y resilientes y sociedades”.
El “Informe de Monitoreo Global 2023″ publicado por la OMS y el Banco Mundial reveló datos esenciales sobre el estado de la cobertura universal de salud, y puso en relieve cuáles son las áreas de preocupación y oportunidades hacia el futuro.
Los 11 aspectos clave en salud pública global
- Desde el inicio de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2015, se ha observado un estancamiento en la expansión de la cobertura de servicios de salud.
- Ha empeorado la protección financiera para las personas que acceden a servicios de salud, evidenciando un retroceso en los esfuerzos por reducir las barreras económicas en la atención médica.
- Para el año 2021, cerca de 4.5 mil millones de individuos en todo el mundo carecían de acceso a servicios de salud esenciales.
- Alrededor de 2 mil millones de personas enfrentaron dificultades financieras por gastos de bolsillo en salud en 2019, incluyendo 344 millones de personas en condiciones de extrema pobreza.
- En 2019, los gastos en salud empobrecieron a 1.3 mil millones de personas, empujándolas por debajo de los umbrales de pobreza relativa.
- Los países de bajos y medianos ingresos (LMICs) experimentan una concentración de gastos empobrecedores en salud, afectando principalmente a aquellos en condiciones económicas desfavorables.
- Las áreas rurales y ciertos grupos vulnerables, como hogares multigeneracionales y hogares encabezados por hombres o individuos menores de 60 años, son más susceptibles a enfrentar gastos empobrecedores en salud.
- Se resalta la necesidad de un aumento significativo en la inversión del sector público, así como de acciones aceleradas por parte de gobiernos y socios, para alcanzar la cobertura universal de salud para el año 2030.
- Es crucial la reorientación de los sistemas de salud hacia un enfoque de atención primaria, para mejorar la equidad en la prestación de servicios esenciales y en la protección financiera.
- La importancia de contar con sistemas de información de salud modernos y eficientes que proporcionen datos confiables y oportunos para el diseño de políticas es un punto crucial para avanzar.
- El informe destaca la urgencia de implementar medidas concretas y coordinadas para garantizar el respeto y la protección del derecho a la salud para todos, en un contexto global marcado por desafíos como pandemias, cambios macroeconómicos, climáticos, demográficos y políticos.