Un simple acto altruista puede cambiar la vida de otra persona de formas insospechadas. Quiénes pueden donar sangre y cuáles son los requisitos
Altruismo. Un simple palabra que podría servir como descripción de los donantes de sangre, pero que para los receptores es muchísimo más profunda. Se trata de aquellos que, sin conocer quién será el destinatario, le brindan, al menos, una oportunidad para poder recuperarse de una enfermedad o una cirugía, por citar algunos ejemplos. En el Día Mundial del Donante de Sangre, quiénes pueden donar y cuáles son los requisitos para hacerlo.
“Hoy no tenemos un sustituto de la sangre humana, sólo un humano solidario puede ayudar en la sanación de otro humano enfermo. Sin ellos, no sería posible cubrir las cirugías ni los tratamientos que estos pacientes necesitan”, señaló la doctora Susana Anhel (MN 1454), jefa Bioquímica de la Fundación Swiss Medical, al destacar la decisión de hombres y mujeres que, de forma voluntaria y altruista, donan su sangre para ayudar a otros.
Aunque para muchos la donación de sangre surge como una necesidad cuando un familiar requiere una transfusión, para muchos otros es un acto solidario. Sin embargo, sin importar la causa, desde la extracción hasta su uso, la sangre debe pasar por un proceso para separar sus tres hemocomponentes: glóbulos rojos, plasma y plaquetas. Es por eso que los expertos aseguran que se requiere de previsión.
“La sangre extraída a los donantes se separa en distintos hemocomponentes; cada uno cumple distintas funciones, ya sea recuperando la hemostasia ante un sangrado o mejorando el transporte de oxígeno”, afirmó Anhel y agregó que “ante una emergencia (obstétrica, traumatológica, neonatal) éstos deben estar listos, estudiados y disponibles. Una donación realizada en ese momento es tardía”. “El banco de sangre debe contar con un stock permanente que se irá renovando según el ingreso y el vencimiento de las unidades. Cada uno tiene distinto vencimiento. Las plaquetas son las más críticas: si no se utilizan en cinco días, deben descartarse”, advirtió.
Faltan donantes
El COVID-19 generó un gran número de inconvenientes, entre ellos la caída en la donación de sangre. Sin embargo, en 2020 esta tendencia comenzó a revertirse, aunque los expertos advierten que aún faltan donantes. “Es cierto que hubo un aumento, pero este año también creció la demanda de cirugías, que estuvieron más restringidas en 2021 y más aún en 2020. Al desaparecer las restricciones de la pandemia, vemos un fuerte incremento en la demanda de transfusiones”, señaló la doctora Karina Rainero (MN 92 961), jefa del Servicio de Medicina Transfusional y Banco de Sangre del Instituto Alexander Fleming.
“Se liberaron los trasplantes de médula ósea y son pacientes que tienen un alto requerimiento transfusional. Me animaría a decir que necesitamos que la cantidad de donantes aumente entre un 30% y un 40%. Es decir que por cada persona que dona sangre, hace falta que se sume una más”, resaltó la experta.
Asimismo, Rainero señaló que, además del mayor requerimiento de sangre, se sumó la cuarta ola de contagios del COVID-19. “Si bien hay afluencia de público a realizar donaciones, el incremento de los casos de coronavirus que hubo en las últimas semanas hizo que muchos donantes habituales se bajaran por estar cursando la enfermedad. Entonces el aumento resulta oscilante”, evaluó la experta en hemoterapia e inmunohematología.
Quiénes pueden ser donantes y cuáles son los requerimientos
El primer punto que todos los especialistas señalan son “las ganas”. Un acto voluntario y altruista en favor de ayudar a otro que, sin nombre o rostro, necesita de la sangre (o alguno de sus componentes) para poder recuperarse.
“Una persona sana, de hábitos saludables, que comprenda la importancia de su acción altruista, que no se sienta obligado a donar, sino que lo haga con la convicción y el orgullo de realizar un acto de bien”. De este modo, Anhel describió a los cientos de voluntarios que donan sangre; al tiempo que señaló tres datos sobre cómo donar y por qué es importante:
– La sangre proveniente de un donante voluntario y de repetición es 10 veces más segura que los donantes que se ven “comprometidos” o presionados a hacerlo.
– Se puede donar cada 3 meses; al donante se le realizarán controles hematológicos previos para asegurar su aptitud.
– Los interesados pueden donar en hospitales, clínicas o sanatorios que posean Banco de Sangre o en los Centros Regionales de Hemoterapia que se encuentran fuera de las unidades asistenciales.
Por otro lado, no pueden donar sangre aquellos que crean que “pueden estar en riesgo de transmitir enfermedades tales como SIDA, Hepatitis B o C, Chagas u otras que puedan contagiarse a través de la sangre”, dijo Anhel y agregó: “Si se tienen dudas, siempre se puede consultar en cualquier Banco de Sangre o en las páginas de la Dirección Nacional de Sangre y Medicina Transfusional del Ministerio de Salud de la Nación, donde también podrá averiguar sobre los medicamentos que impiden la donación”. Por último, si se está cursando una enfermedad, los especialistas recomiendan esperar a su recuperación.
“La primera vez que doné sangre fue para una cirugía de mi mamá. A partir de ahí, siendo muy pocos de familia, me di cuenta de la desesperación que significa no contar con donantes ante una emergencia. Ahora dono sangre o plaquetas regularmente”, recordó la doctora Anhel, quien dejó de lado el “ambo” para vestirse de voluntaria.
En la actualidad, la especialista afirma sentir “orgullo” al pensar cómo su sangre pudo “ayudar a una mamá en un parto o a un recién nacido” y agradece a quienes, sin conocer quién será beneficiado por su acción, donan sangre sabiendo que pueden haber salvado una vida. “Ojalá fuésemos más los que donamos para un desconocido. Así se podría dejar de pedir donantes a los pacientes, ya que esto genera una ansiedad que no ayuda para su cirugía o tratamiento. Tienen que saber que es fácil, que no dura mucho y que se pueden acomodar los horarios si uno está convencido de que ¡su acción vale!”, concluyó Anhel.
| Fuente: www.infobae.com