La crisis en la disponibilidad de pediatras está llegando a un punto sin retorno si no se toman medidas urgentes para compensarla hasta implementar políticas públicas para revertir el faltante de médicos especializados en la atención de la salud de los chicos y los adolescentes, de acuerdo con una carta que difundió la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
En este contexto, la entidad instó a las autoridades sanitarias a convocar a una mesa de diálogo con el sector público y privado, otras especialidades y la universidad. “Ser pediatra o médico clínico dejó de ser interesante para los médicos que salen de la facultad”, afirmó Pablo Moreno, presidente de la SAP.
El diagnóstico de situación, como viene publicando este medio, no escapa al que está lesionando al recurso humano en salud en general. “Estamos en un escenario difícil para el ejercicio profesional de la pediatría”, argumentó la SAP en su carta que difundió el jueves pasado.
A continuación, enumeró las “condiciones de trabajo inaceptables” que se están dando: alta carga laboral, inestabilidad en los empleos, falta de estímulo para el crecimiento, situaciones de violencia, baja remuneración, necesidad de pluriempleo para llegar a fin de mes y falta de oportunidades para actualizarse en la profesión.
“En todo el país, se siente la baja de la cantidad de pediatras, en el sistema público como en el privado. Las nuevas generaciones no tienen ningún interés de ingresar a la carrera, ya sea para trabajar en los hospitales como en centros privados. Todo esto tiene que ver con que ser pediatra o médico clínico dejó de ser interesante para los médicos que salen de la facultad. Y, ahora, con el aumento de la demanda [por el brote de bronquiolitis y otras infecciones respiratorias] se hace más notorio”, dijo Moreno.
Un invierno “muy duro”
En los últimos días, profesionales que están recibiendo a los chicos en las guardias anticiparon que este será un invierno “muy duro”, no solo por la circulación de los virus estacionales, sino también por esta pérdida de la capacidad de respuesta del sistema con menos médicos en guardias y servicios, con centros que están suspendiendo la atención a partir de cierta hora. Esto hace que aumente todavía más la demanda en otros.
La SAP ya había anticipado el año pasado que, de sostenerse la tendencia en este drenaje de profesionales a otras tareas o países, según sea el caso, en cinco o diez años va a haber un problema grave de recursos humanos en salud en el país. Mientras que lo urgente es resolver los bajos salarios y la necesidad de tener varios empleos para sostener un ingreso de clase media, Moreno insistió en revalorizar el papel social del pediatra, con todas sus áreas de especialización. “Que un niño o una niña no sea atendido o atendida por un pediatra es una violación a sus derechos”, afirmó.
Los resultados de la convocatoria al examen único de residencias del Ministerio de Salud de la Nación, que se tomará el 28 de junio para cubrir vacantes a partir del 1° de septiembre próximo en los distritos que adhieren, describen una vez más ese deterioro. La SAP confirmó que se abrieron para este año 544 cupos. En tanto, al consultar las postulaciones abiertas, hay 394 inscriptos, que deben primero reunir los requisitos para rendir el examen. Si todos los reunieran y aprobaran, en septiembre no se llegarían a cubrir todas vacantes abiertas.
En los dos últimos años, hubo un 30% de esos puestos que quedaron sin ocupar cada año. Este año, según anticipan desde la SAP, podría llegar al 50%. Y así sucede con otras disciplinas, lo que colabora con un pronóstico incierto.
Pedido
En la carta que la entidad difundió para los pediatras y la comunidad, la Comisión Directiva instó a las autoridades sanitarias nacionales a convocar a una mesa de diálogo. Hasta el momento, eso no sucedió. ¿Quiénes deberían integrarla? “Tiene que ser intersectorial”, respondió Moreno. Eso incluye, según enumeró, al Estado, los prestadores de la medicina privada, las universidades, los colegios médicos, las sociedades representantes de otras disciplinas y la SAP.
“Pedimos que la niñez y la adolescencia estén en el primer lugar de la agenda nacional de todos los partidos políticos del país y sus coaliciones en los próximos meses y que se piense en una política pública en el largo plazo que se sostenga independientemente de los cambios de gobierno que se vayan sucediendo –agregó–. De nada sirve tener un hospital nuevo o equiparlo si no se tiene el personal que sepa y pueda usarlo.”
Lo urgente es resolver los ingresos insuficientes, que fomentan el pluriempleo y refuerzan el desgaste profesional, como publicó LA NACIÓN a partir de testimonios de profesionales y personal de salud. Muchos de ellos salieron desde el año pasado por primera vez a manifestarse en las calles frente a la magnitud que está teniendo la crisis del sistema sanitario.
“Hay que solucionar el problema económico de todos los que a diario salen a parar este brote [por los casos de bronquiolitis y otras infecciones respiratorias que se adelantaron con respecto de otros años]. Tener un pediatra que defina si un chico se interna o no implica entre seis y ocho años de estudio en una facultad y cuatro años de la carrera de especialista. Es un profesional que estuvo 12 años estudiando para eso y tiene que ser remunerado de acuerdo con ese nivel de responsabilidad”, reclamó Moreno.
“Hoy, formar parte del sistema de salud, particularmente en el sector asistencial, resulta bastante desgastante tanto en el ámbito de la salud pública como en la medicina privada. Son frecuentes los factores relacionados con el aumento de la demanda y la disminución del recurso humano en el equipo de salud, ocasionados por la falta de nuevos nombramientos, cargos vacantes que no se cubren, contratos temporales, carencias en equipamiento e infraestructura, falta de tiempo para examinar adecuadamente a los pacientes, desvalorización del trabajo profesional”, planteó la Comisión Directiva de la SAP en su carta.
Para el resto de los problemas diagnosticados, el presidente de la SAP coincidió con lo que médicos de diferentes disciplinas y cargos en centros públicos y privados señalan a LA NACIÓN desde la salida de la pandemia de Covid-19, que expuso como nunca antes una crisis del sistema que es estructural y multicausal. “No hay una solución rápida”, admitió Moreno.