ACAMI

Congreso Argentino de Salud de Acami tendrá sede en Córdoba

Congreso Argentino de Salud de Acami tendrá sede en Córdoba

La Asociación de Actividades Médicas Integradas eligió esta ciudad como sede para la edición número 20 de su congreso. Se llevará a cabo el próximo 17 de agosto.

Por Redacción Día a Día
La Asociación de Actividades Médicas Integradas (Acami) eligió la ciudad de Córdoba como sede para la edición número 20 de su distinguido Congreso Argentino de Salud. El mismo se llevará a cabo el próximo 17 de agosto en el Sheraton Córdoba Hotel.

El evento convocará a más de 450 referentes de la salud nacional e internacional. Los paneles de esta edición tratarán temas como la sustentabilidad del sistema argentino de salud, adicciones y su impacto en la comunidad, políticas sustantivas en salud del Poder Ejecutivo Nacional. Además se tratarán tópicos sobre la actualidad política, económica y social del país y su impacto en el sector.

Acami nació con el objetivo de promover la realización de actividades científicas, educativas y culturales dentro del ámbito médico-hospitalario, tendientes a fomentar la preservación y rehabilitación de la salud. El Congreso Argentino de Salud, se ha convertido en un ámbito de reunión que anualmente convoca al debate a destacados médicos, profesionales, empresarios y políticos para tratar diferentes temáticas relacionadas al sector.

Las entidades que conforman Acami reúnen en su conjunto 3600 camas, 1700 consultorios, 60 resonadores y tomógrafos, 10 mil médicos, 25 mil miembros del equipo de salud, 6 jumping castle escuelas universitarias de medicina y 10 de enfermería, entre otras actividades y servicios. Esto deviene en un impacto muy importante dentro de la salud nacional donde cada una de estas entidades tiene un notable compromiso con el sector por su accionar en el beneficio de la sociedad.

Fuente: www.diaadia.com.ar

Preparan para agosto el Congreso Argentino de Salud

vlcsnap-2017-05-08-20h18m11s154

“Córdoba es importante porque en el 2001 se hizo un congreso donde se tratarón las políticas de estado en salud, como la cobertura universal, evaluación de las tecnologías, modelo de atención primeria de la salud, adaptación de las realidades regionales, plan para el país”, recordó Hugo Magonza, de Cemic, quien de esta manera se refería al marco que tendrá el nuevo Congreso Argentino de Salud que deliberará durante el próximo mes de agosto.

Se analizarán en la oportunidad, los problemas y las soluciones del sistema de salud en su conjunto y las realidades particulares.

Magonza consideró que el sistema de salud tiene una bouncy castle fragmentación e inequidad muy grande: “Es de muy buena calidad y accesible en determinados espacios. La gente puede quejarse de las demoras. Pero hay 17 millones de personas que están fuera del sistema sanitario, es un esfuerzo de la sociedad en su conjunto propender a su inclusión”.

Hay sectores sociales que tienen atención similar a los mejores lugares del mundo, pero muchos ciudadanos se encuentran excluidos.

Fuente: http://www.cba24n.com.ar

Encuentro entre FEMECON, COMRA y CASSEM

El Superintendente de Servicios de Salud participó del encuentro con referentes de las entidades médicas.

En la sede de la FEMECON y organizado conjuntamente con la Cámara Argentina de Servicios de Salud de Entidades Médicas (CASSEM) y la Confederación Médica de la República Argentina (COMRA) se realizó una reunión con el Superintendente de Servicios de Salud, Dr. Luis Scervino, con la finalidad de dar a conocer la situación que atraviesan las entidades médicas y los prepagos médico gremiales. El Dr. Scervino por su parte, aprovechó la invitación para repasar lo actuado por la Superintendencia hasta el momento, resaltando sus logros más importantes.En encuentro contó con la presencia del Dr. Roberto Scarsi, Presidente bounce house for sale de la FEMECON, el Dr. Jorge Coronel, Presidente de la COMRA y el Dr. Jorge Iapichino, Presidente de la CASSEM. Además, asistieron las máximas autoridades de las entidades que conforman la Cámara y la Federación Médica.Durante la reunión se resaltó la importancia de que el tema Salud vuelva a ser parte de la agenda política, lo que permite plantear problemas e inquietudes del sector y compartir las experiencias de los prepagos no comerciales, como los que representa la CASSEM.El Dr. Scervino se refirió en primer lugar a la Ley de Medicina Prepaga, a la que consideró un “mamarracho que votaron todos en el Congreso y que no dice de dónde van a salir los recursos para financiarla”. También habló de la “anuencia de los jueces, que en muchos casos son buenos pero no son justos” cuando salen amparos que “obligan a cubrir todo sin evidencia”.Scervino destacó que desde antes de saber que formarían parte del nuevo Gobierno venían trabajando con un equipo integrado por la seguridad social, las academias científicas y las empresas de medicina prepaga, entre otros actores, sobre el modelo que anhelaban para mejorar el sistema de salud. “Ya conocía toda la problemática de las obras sociales cuando asumí la Superintendencia y nos propusimos ser una administración que ayude a las obras sociales y los sistemas prepagos a brindar el mejor servicio posible”, dijo y resaltó que “la nuestra es una gestión de puertas abiertas que está para asistirlos”.

El Superintendente habló de la importancia de la creación del Observatorio de Precios de Medicamentos que permite detectar el perfil de compra de las obras sociales: “nuestro objetivo es asistir en el proceso de compra y contrataciones de tecnología y mejorar en la eficiencia de las organizaciones porque cuando somos ineficientes terminamos siendo inequitativos”, dijo y explicó que el estudio realizado reveló que “el 54% de las obras sociales tiene una gestión aceptable en la compra de los medicamentos de alto costo, pero hay un 46% que compran a precios elevados y de ese 46 % hay un 11% que compran a precios muy elevados”. Proyectando el 2016, si todas compraran al valor de la media, se ahorrarán 800 millones de pesos.

“Los estamos mirando, tienen que poner las cosas en orden”, enfatizó y agregó: “los queremos ayudar, pero no podemos seguir tirando la plata que no tenemos”.

Scervino también hizo un diagnóstico del sector púbico de la salud: “es un sector con una altísima ineficiencia que gasta más que la seguridad social con una enorme diferencia en la calidad de la atención”. “Basta de seguir hablando de la defensa del hospital público cuando lo que tenemos que defender es que quienes no tienen cobertura tengan acceso al hospital”, dijo y agregó: “tenemos la responsabilidad de decir las cosas como son para empezar a cambiar”.

El Superintendente también habló de los honorarios médicos y reivindicó que el gremio médico “luche por los honorarios y los salarios decentes”. Frente al reclamo de las problemáticas que enfrentan los prepagos médico gremiales, Scervino acordó sumar a la mesa de diálogo que mantiene con las empresas de medicina prepaga, a las prepagas sin fines de lucro como las que integran la CASSEM, para poder avanzar en posibles soluciones.

El Dr. Scervino se refirió también a la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías de Salud como de “vital para tener un equilibrio entre el Programa Médico Obligatorio (PMO) y las nuevas incorporaciones que nos quieren meter por la ventana desde la jumping castle industria. La Agencia tendrá que determinar sobre situaciones no habituales que terminan en un amparo”. “Hoy se dejan de cubrir las enfermedades que no tienen lobby sobre todo las vinculadas con la pobreza”, admitió.

Scervino enfatizó en que hay que terminar con la demanda inducida: “tenemos que ser frontales con la idea de optimizar los recursos. El sistema no aguanta más abusos”. i140916-fem1                       Dres. Jorge Coronel (COMRA), Roberto Scarsi (FEMECON), Luis Scervino (SSS) y Jorge Iapichino (CASSEM)

Hugo Magonza: “Un gasto eficiente aliviaría las subas de los planes de salud”

El presidente de Acami, la asociación que agrupa a varias entidades prepagas, y director del Cemic sostiene que hay un retraso fuerte en los ingresos del sector, y dice que hay reformas por hacer que evitarían mayores subas de precios

Uno de los tantos temas pendientes con los que se encontraron funcionarios del gobierno de Mauricio Macri es el pedido, ya casi constante, de las entidades de medicina prepaga, que buscan la luz verde para aplicar aumentos de cuotas para compensar las subas de costos. En los últimos años, sostienen en las empresas, los incrementos de precios autorizados para los planes de salud estuvieron por debajo de las solicitudes que se elevaron a las autoridades, sin que los porcentajes aprobados respondieran a algún criterio. Como tema más urgente, las entidades mantienen un pedido de aumento para los primeros meses de 2016, cuando deberán completar el último tramo de la recomposición salarial pactada con los trabajadores del sector.

Pero Hugo Magonza, presidente de la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (Acami), aclara que en la reunión que el lunes pasado varios directivos de la actividad mantuvieron con las nuevas autoridades del área, se planteó también la necesidad de resolver temas de más largo plazo que hacen a la eficiencia del sistema. Y dice estar convencido de que, si el sector sanitario en su conjunto se estructura de tal manera de evitar gastos innecesarios, podrían encontrarse otras soluciones al alza de costos sin que siempre se afecte el bolsillo de los afiliados; así, cree que el gasto eficiente aliviaría las subas de los planes. Al considerar que no hubo en los últimos años una política sanitaria eficiente, Magonza apunta contra las leyes que disponen la obligatoriedad para las prepagas de dar coberturas sin contemplar el financiamiento, y se muestra a favor de un seguro universal para los tratamientos de alto costo.

Acami agrupa a entidades financiadoras y prestadoras de salud sin fines de lucro como OSDE, Fleni, Fundación Favaloro, Cemic, hospitales de comunidad y obras sociales de personal de dirección, entre otras. “Expusimos la situación crítica que viven muchas de nuestras entidades; sabemos que no es posible resolver todo en el corto plazo”, cuenta de la reunión con el ministro de Salud, Jorge Lemus, y el superintendente de Servicios de Salud, Luis Scervino, quien fue director médico de la obra social del sindicato de Obras Sanitarias. Los dos funcionarios fueron firmantes de un documento de 2014 del llamado Grupo Medeos, que planteaba la necesidad de reformas de fondo para el sistema de salud, y del que también participó Magonza.

Crítico de los efectos de la ley de prepagas de 2011 -dice, por ejemplo, que al obligar a admitir personas con enfermedades preexistentes se transfiere a un grupo de particulares que pagan su cuota, la responsabilidad del Estado de garantizar los tratamientos- considera que antes que una derogación, lo que habría que hacer es una ley superadora que contemple una integración de los subsectores (público, obras sociales y privado) para mejorar la gestión.

Para quien es director del Cemic y también presidente de la Asociación Latinoamericana de Sistemas Privados de Salud (Alami), en los últimos cuatro años el sector acumuló un retraso en sus ingresos equivalente a más de dos facturaciones mensuales.

-¿Cuál será el impacto de la reciente devaluación en el sector?

-Todavía es difícil medirlo; dentro de las prestaciones afecta en forma distinta según se requiera de más tecnología, medicamentos y descartables que no se producen en el país o tienen componentes o insumos importados. Si se toma un dólar de $ 13,60 y se consideran los equipos o insumos que se compran en dólares o tienen un componente que dependen de bienes importados, el efecto sobre el costo total en los distintos actores de la salud sería de entre 8 y 14 por ciento. Igualmente es un poco prematuro estimar resultados; si la política económica tiene éxito esos valores podrían estabilizarse o eventualmente tener una disminución.

-¿Qué expectativas generan las designaciones en el área de Salud?

-Siempre que se inicia una gestión, las expectativas son buenas. Y los funcionarios son profesionales con experiencia y conocimiento. Lamentablemente el sistema sanitario no está en la agenda política ni de la gente hasta que se necesita de él o hasta que el tema sale en los diarios por alguna circunstancia negativa.

-¿Cómo definiría la situación del sector privado de la salud?

-El sector pasa una crisis, producto de varios años de crecimiento de costos y de temas vinculados a la inseguridad jurídica y a modificaciones normativas. En los últimos años hubo una serie de leyes, arrancando con la del Programa Médico Obligatorio (PMO), de 1996, que igualó los contratos de cobertura médica privada con las prestaciones que deben dar las obras sociales. Eso, que fue un intento de mejora para los beneficiarios, terminó siendo una restricción al derecho de contratar un plan de cobertura parcial. Luego hubo una enorme cantidad de normas que obligan a cubrir tratamientos por enfermedades y patologías precisas, pero sin prever financiamiento. Son leyes desacopladas de un plan nacional de salud y esa es una manera bastante ineficiente de hacer política sanitaria.

-La ley de regulación de prepagas no permite rechazar afiliados por motivos de enfermedad, pero permite cobrar una cuota más alta. ¿Cómo resultó eso en la práctica?

-El modelo es confuso porque la gestión saliente no reglamentó el tema. A veces se cree que el problema es la economía y el problema es que las decisiones económicas que se toman se miran por lo general desde el interés personal y no del de la comunidad. Las leyes deberían tener en cuenta por qué y cómo hacen las cosas las personas. En la práctica, con la ley apareció una cantidad de gente que estaba internada en lugares de alto costo y vinieron para afiliarse. ¿Quiénes se vieron más perjudicados? Las mejores instituciones por imagen o solvencia, o por calidad prestacional o especialización en una patología. Sin reglamentación adecuada, el tema quedó librado al azar. Lo que pasa con la gente que declara una enfermedad y quiere entrar es que la entidad le dice cuánto vale la cuota multiplicando la básica por un número, según cómo sea el caso.

-¿Y eso resuelve el tema?

-Si lo resuelve desde el lado de la entidad, del otro lado hay alguien que dice que no puede pagar la cuota. Si la puede pagar se resuelve, pero nunca con la cuota adicional se van a compensar los mayores costos. En algunos casos, la persona recurre a la Superintendencia y pide un dictamen: muchas veces se ha dispuesto que haya atención con el pago de la cuota plana hasta que se resuelva el tema. Pero después no se resuelve. Cuando los legisladores y funcionarios toman decisiones, la gente cree que son inocuas y que nadie las paga; pero no, eso recae sobre la sociedad.

-¿Cuál sería la solución para el caso de patologías preexistentes?

-Con esta ley habría que hacer una reglamentación muy razonable, estudiando los casos más típicos y fijando cuántas cuotas sobre la básica se pueden cobrar. No se resolvería el problema, pero sería un desaliento al abuso de derecho. ¿Por qué un grupo de beneficiarios de una entidad se tendría que hacer cargo de, por ejemplo, las personas con hepatitis C en el país? El Estado debe hacerse cargo, y eso más allá de dónde se dé la prestación. Uruguay, por caso, tiene un fondo nacional para coberturas y hay instituciones calificadas, públicas y privadas que dan la atención de alta complejidad y compiten entre sí. Así se cumple con el acceso al derecho y se evita la afiliación adversa.

-¿Es replicable eso en el país? ¿Podría incluirse a toda la población?

-En el sector las opiniones están divididas; yo estoy a favor. Los que más quieren un fondo así son las entidades más vulnerables ante las enfermedades catastróficas [de baja incidencia y alto costo]; las más grandes se autoaseguran en virtud de una población mayor. Y sería bueno que funcionara una agencia de evaluación de tecnologías, que es una de las tendencias mundiales; se necesita que el Estado diga, en función del bien común, qué se debe cubrir y en qué casos. Alguien tiene que poner prioridades en el manejo de los recursos porque los costos van a seguir creciendo.

-¿Cuáles fueron los principales incrementos de este año?

-En la atención de pacientes con discapacidad el alza estuvo en niveles de 70% en un año, y los medicamentos de mediano y bajo costo subieron más de 40%. Hay cosas que aumentaron por encima de un dólar de $ 14.